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No estamos tan mal, pero seguimos peor

Publicado: 05-05-2009
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Por: Becquer Casaballe

Buenos Aires, Argentina
    Tweet A raíz del planteo realizado por SADAFO y Elda Harrington a las autoridades del Salón Nacional, preocupados por el contenido del Artículo 29, surgió la denuncia periodística de Fotomundo y de la cual se hizo eco FotoRevista.
Ello motivó un movimiento de repudio por parte de autores y entidades que concluyó con un comunicado explicando la situación, que se entregó a la entrada de la sede de las Salas Nacionales a quienes iban a llevar sus obras.

Finalmente, la Secretaría de Cultura emitió un comunicado el pasado 28 de abril fechado el día 20 del mismo mes, donde anuncian cambios en el cuestionado Artículo 29.

Dice el comunicado oficial:

“Por Resolución Nº 955 de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, fechada el día 20 de abril de 2009, el Secretario de Cultura de la Presidencia de la Nación Dr. José NUN resolvió modificar el Art. 29 del Reglamento del Salón Nacional de Artes Visuales 2009, quedando redactado de la siguiente manera:”

"La sola participación en el concurso implica que los autores de aquellas obras que hayan sido premiadas en las diferentes categorías que integran el certamen, autorizan expresamente a la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación para que proceda por sí, o por intermedio de convenios celebrados con terceros, a la reproducción, edición, publicación, exposición y/o representación, en cualquier soporte creado o por crearse, y sin límites temporales, espaciales, cuantitativos o de otra naturaleza".

Si bien constituye un avance respecto a la redacción del artículo 29 anterior, donde se apropiaban de los derechos autorales de todas las fotos seleccionadas, el actual reglamento continúa siendo lesivo, ya que de hecho la Secretaría de Cultura de la Nación se arroga el derecho de ceder a terceros el uso de las fotos, con el agravante de que no establecen límite alguno. ¡Ni siquiera límites temporales!

También avanzan sobre el contenido de la propia obra, desde el momento que asume el derecho de reproducirla “en cualquier soporte creado o por crearse”, lo cual significa que el autor es despojado del derecho que le asiste de darle a su obra una determinada realidad física, que es algo intrínseco a la misma.

Es lamentable que el Estado Nacional avance de esa manera sobre los derechos de los fotógrafos, que son auténticos creadores y los únicos que pueden decidir sobre el destino y la forma como es mostrada su obra.

A pocos días del juzgamiento seguimos teniendo la esperanza de que las autoridades den una respuesta positiva a las entidades que reclaman un trato justo y que, de esta forma, el Salón Nacional recupere la jerarquía que merece.

A. Becquer Casaballe
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