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Seguramente, la otra versión es más llamativa por la rosa y la tercera botella. Sin embargo, para mí, ésta, en su economía y austeridad, resuelve la composición con sólo las dos líneas de las botellas y la diagonal del lienzo. Respecto del cromatismo, la compo reúne los tres colores primarios, teniendo un punto de interés central en el rojo. No siempre, esto es muy personal, los excesos son una garantía de belleza. Aquí (siempre desde la subjetividad), con solo tres líneas y tres colores (el mínimo verde de las hojas es la composición de dos primarios) se logra el equilibrio visual que sí, absolutamente, es garantía de belleza. Te felicito, Alberto, un muy buen trabajo.
Agustín Gribodo