10/02/13 22:22:19
Un pensar a nuestro tiempo. La maraña se enseñorea. No cualquiera está capacitado para no ser absorbido por tamaño poder de fascinación.Enseñar es la consigna y el mandato, sino, la pérdida será inexorable sin la posibilidad de retorno. Mi abrazo
Ruben Ricardo Arteaga