28/11/13 18:41:18
Un fisgón que llama la atención. El subrepticio es atraído por algo superior a él, no escapa ni se niega, tampoco está preocupado porque su atención ha atraído la nuestra. Somos y nos comportamos con nuestro quehacer como el curioso de marras: ¿es así lo que veo, qué hay si lo hay, qué es, si lo llegara a ser o haber?, y así, un interminable que nos comprende y hace de nosotros lo mismo (somos mirones empedernidos) en lo que reparamos. Me pongo en el lugar de este morocho singular..., escucho sones y huelo a tabaco.No puede ser menos.!Viva siempre mi Cuba entrañable¡. Con todo el afecto y respeto
Ruben Ricardo Arteaga