24/10/14 08:58:28
Un trabajo de excepción. El brazo que centra y direcciona la mirada hacia el rostro plácido y la mano en un escorzo relajado que la pone entre paréntesis... y el cuerpo que se empequeñece... porque donde la mente se adormece, el cuerpo se vuelve etéreo. Maestra... mi admiración!
Gerardo Saint Martín