E P I L O G O:
MORILLA: sostiene:
Pretender “medir” los méritos de una fotografía artística con puntos de vista fijos, todos de igual valor aritmético, es una intención muy lamentable y contraria al concepto arte.
El arte no se puede clasificar en planillas, columnas y premisas. Dejemos esas prácticas para los contadores y financistas, que tienen cerebros divididos en rubros, códigos y casilleros, llenos de lógica, pero completamente deshumani- zados y ajenas a las vibraciones sentimentales y estéticas.
El día que se descubra el método de “medir” el arte será el día final del arte. Un cerebro electrónico, con solo apretar un botón, nos dirá cuál obra es la mejor, sin ningún margen de error. Adiós a los raciocinios del jurado, adiós a la interpretación personal, adiós a las distintas reacciones emocionales que provoca cada fotografía según quién la observa.
Desde ese día, cada autor debe poner en sus trabajos los aderezos previstos para cada concepto y ya estará seguro de haber producido “OBRAS DE ARTE”.
LOS FOTOGRAFOS NO DEBEMOS OLVIDAR NUNCA QUE NUESTRO ARTE, ES ANTE TODO UN LENGUAJE Y UN LENGUAJE ESTA HECHO PARA SER COMPRENDIDO.
Fragmento de la nota: La fotografía y la vanidad.