FOTOGRAFIA DE PAISAJES
Es muy común hablar sobre la Fotografía de Paisajes como un tema sencillo de realizar y a veces hasta lo subestimamos un poco, pero es necesario tener algunas consideraciones en claro para lograr imágenes realmente impactantes y que salgan de lo cotidiano. Aquí detallamos una pequeña ayuda para que sirva como punto de partida para la realización de este tipo de fotografía que tiene mucho para dar y para explorar.
1º) Elección del lugar:
A veces es muy difícil organizarse sobre el lugar para hacer buenas fotografías, sobre todo cuando uno depende también del tiempo. Planificando bien la estadía en el lugar y en ocasiones fuera de los corredores turísticos tradicionales, uno puede encontrar escenas realmente impactantes y sin tener que recorrer grandes distancias. La observación y la elección de los puntos de toma son importantes para lograr encuadres diferentes que tengan mayor impacto visual. Ante todo paciencia en la búsqueda y por supuesto predisposición para tratar este fascinante género fotográfico.
2º) Elección de la iluminación:
Sin lugar a dudas uno de los factores más determinantes en el clima para la fotografía de paisajes lo da la iluminación. Las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, son los horarios especiales para este tipo de fotografía en dónde lograremos mejores riquezas de tono, mayor contraste, mejor definición de las texturas, muy buena polarización natural del cielo y excelentes combinaciones de luz y sombra para tomas de alto impacto tanto en color como en blanco y negro.
Una vez caído el sol comienza una hermosa transición de colores entre los cálidos y fríos, a veces yuxtapuestos, que permiten sobre todo destacar la fotografía de escenas con cielos y nubes.
Recordar también que la luz directa genera sombras pronunciadas y alto contraste junto con una alta riqueza de color (Foto 1), mientras que la iluminación proveniente de un cielo totalmente nuboso es mucho más suave y pareja y prácticamente sin sombras.
En la foto Nº1 se puede apreciar como el atardecer y una luz de sol ya suave y rasante no sólo levanta la textura de este paisaje árido en el Cañón del Arco Iris (Talampaya, La Rioja, Argentina) sino que también realza su saturación y riqueza de color gracias a los diferentes matices cálidos y fríos.
En la foto Nº2 de una playa de Buzios, se esperó hasta la última hora del atardecer en un momento en que las nubes altas seguían iluminadas por la cálida luz del sol mientras que las nubes bajas sin iluminar se teñían con el color frío de la temperatura de color de la sombra.
3º) Elección del punto de vista:
Normalmente tenemos la tendencia de llegar a un lugar, detenernos, contemplar algo que nos llama la atención y sacar la foto. Si bien no está mal que lo hagamos, también sería interesante poder destinar cierto tiempo a investigar los cambios en los puntos de vista. En la elección de puntos de toma bien bajos, inclusive al ras del piso y puntos de toma elevados por encima de nuestra propia visión, lo que sumado a la elección de una óptica adecuada originará encuadres diferentes de gran impacto visual. Los angulares son ideales para este tipo de fotografías ya que gracias a la alteración que producen de la perspectiva logran magnificar la sensación de profundidad de la imagen.
4º) Elección de la ubicación del horizonte:
Uno de los mayores problemas en la fotografía de paisajes son los horizontes inclinados. Esto se puede corregir con la reafirmación de la postura en el momento de la toma para no perder equilibrio o mover la cámara o también mediante la utilización de un monopie o trípode. La utilización de horizontes bajos ayuda a magnificar todos los elementos ubicados en la porción superior del encuadre, por ejemplo los cielos con nubes, mientras que la utilización de horizontes altos ayuda a dar mayor relevancia a los elementos que se ubican en la parte inferior del encuadre, como por ejemplo en las fotografías de mares, lagos y ríos. Esto ayuda a definir mejor la sensación de espacio.
La línea del horizonte en la mitad del encuadre (horizonte medio), encuadre muchas veces subestimado, genera sensación de placidez y de equilibrio, partiendo la imagen al medio logramos ciertos efectos de simetría interesantes entre ambas partes de la imagen efecto que queda interesante sobre todo cuando hay reflejos en el agua.
En la foto Nº 3 el horizonte bien bajo no hizo más que magnificar la relación de tamaño y la inmensidad de un cielo totalmente polarizado y con nubes blancas en este paisaje de Porto das Gallinhas, Brasil.
En la foto Nº 4 la utilización exagerada de un horizonte alto proporcionó una dimensión también exagerada a esta imagen de una duna contra un cielo polarizado. La falta de otro elemento de referencia acentúa más el efecto
Por último en la foto nº 5 de las Salinas Grandes en Jujuy, Argentina se puede apreciar como un encuadre con el horizonte ubicado en el centro del fotograma ayuda a la simetría total de la composición.
5º) Elección de la composición:
Normalmente uno ve el paisaje como un todo, pero es útil poder diferenciar los elementos que lo componen y como se equilibran en función de la ubicación que tienen dentro del encuadre. Líneas conductoras, formas y volúmenes bien utilizados pueden darle a la escena una fuerte estética visual si se los utiliza de manera correcta. Las líneas de un camino, un sendero o mismo un río pueden ser factores importantes para conducirnos visualmente hacia un fuerte punto de interés. La ubicación de elementos en primer plano, puede dar más sensación de perspectiva a la imagen y mayor profundidad, siendo este uno de los puntos más importantes en la composición fotográfica de paisajes.
Los encuadres verticales versus los horizontales pueden ser un factor de elección en función de la forma y de los contenidos dando mayor sensación de espacio y mejor distribución de los elementos que componen el encuadre en función de un gusto personal o un criterio estético.
Los encuadres aéreos (tomas hechas a gran altura desde una montaña o puente), utilización de líneas diagonales, repetición de patrones y texturas son elementos por separado o juntos que nos pueden ayudar también en la composición.
Demás está decir que los principales puntos de atracción visual en una imagen están dados por los denominados “Puntos Áureos”. Estos se encuentran en las intersecciones que encontramos si dividimos el encuadre en tercios verticales y horizontales.
En la foto Nº 6 obtenida desde el lecho de un río de montaña, se puede apreciar como un encuadre sin horizonte y muy cercano gracias a la utilización de un teleobjetivo nos pueden dar una imagen totalmente abstracta pero con gran contenido de color y forma.
6º) Elección de la profundidad de campo:
Los planos de la imagen pueden estar bien diferenciados no sólo por la utilización de la óptica adecuada, sino también por la correcta utilización de la profundidad de campo. Una gran profundidad de campo producida por un diafragma cerrado le daría igual valor a toda la escena mientras que poca profundidad de campo le daría énfasis al plano nítido por sobre lo borroso para diferenciarlo visualmente. En este sentido la utilización de una gran profundidad de campo dependerá tanto de la máxima abertura posible, la mayor distancia hacia el motivo como así también la utilización de óptica gran angular. Mientras que para lograr poca profundidad de campo dependeremos de la mínima abertura, menor distancia hacia el motivo y la utilización de óptica larga como los teleobjetivos.
También contribuye a la sensación de profundidad la inclinación de la cámara hacia arriba desde un punto de vista bajo o hacia abajo desde un punto de vista alto, o bien haciéndolo lateralmente.
En la foto Nº7 un horizonte alto y la cámara inclinada hacia abajo con un angular nos sirven para la profundización de la perspectiva y nos introduce dentro de este paisaje de mar en la costa de la Isla Itaparica, Brasil.
7º) Elección de las velocidades de Obturación:
Otro factor importante en la fotografía de paisajes es la velocidad de obturación.
Pareciera que la velocidad no tuviera injerencia en este tipo de fotografía, sin embargo el poder utilizar velocidades rápidas para poder tener una imagen estable y congelada nos permite disponer de muy buena nitidez sobre todo si podemos sacar las fotos con baja sensibilidad (asa 50 o asa 100 ). No olvidemos que el registro del movimiento borroso o mismo la falta de nitidez de ciertas fotografías se deben muchas veces a la utilización de velocidades de obturación no tan rápidas con cámara en mano.
Hay que tener en cuenta sobre todo el tipo de objetivo que se está utilizando ya que a mayor longitud focal, la sensación visual de movimiento se hace más notoria.
Una buena relación sería poner una velocidad de obturación equivalente a la longitud focal que estamos utilizando. Por ejemplo con un objetivo de 400mm no bajar de 1/350 de velocidad de obturación o con un objetivo de 250mm no bajar la velocidad de 1/250.
Los objetivos con estabilizadores de imagen permiten que el registro del movimiento por la utilización de bajas velocidades de obturación en ópticas largas sea menos notorio aún cuando se exceda la relación óptica/velocidad antes mencionada permitiendo inclusive hasta 2, 3 y hasta 4 puntos de diferencia según el modelo de cámara.
En el caso de bajas velocidades de obturación estas también nos pueden proporcionar variantes interesantes en la composición de paisajes.
Para todos los casos un buen trípode firme y fácil de transportar es un buen aliado del fotógrafo de paisajes.
Los filtros polarizadores y de densidad neutra por ejemplo también son útiles ya que reducen la exposición fotográfica sin alterar la apariencia de la imagen lo que permite reducir la exposición y bajar la velocidad aún con mucha iluminación. En el caso de los filtros de densidad neutra, estos vienen graduados en función de la cantidad de pasos de exposición que reducen (x2, x4, x8, x16, etc.)
En la foto Nº 8 se puede apreciar como gracias a una baja velocidad de obturación el agua proveniente de una pequeña cascada se ve movida comparándola con el entorno rocoso que está perfectamente nítido gracias a la utilización de un trípode. En estos casos se puede utilizar muy baja sensibilidad y diafragmas bien cerrados para poder utilizar velocidades lentas.
8º) Elección de los fondos:
Muchas veces, al estar conectado con lo que tenemos en primer plano, hace que nos olvidemos de los fondos. Por más que desenfoquemos o que utilicemos poca profundidad de campo los fondos siguen jugando un factor determinante como textura, forma o color haciendo que nuestros primeros planos también se vean diferentes. Eligiendo fondos claros o fondos oscuros y diferenciarlos por nitidez, contraste y color hará que podamos tener mayor énfasis en las zonas que elegimos en el encuadre como principales.
9º) Elección del objetivo: Gran parte del éxito asegurado en la fotografía de paisajes es la elección de la óptica adecuada. Como sabemos el objetivo denominado “normal” nos proporciona imágenes muy similares a como las percibimos con nuestra visión. Sin embargo si utilizamos por ejemplo angulares o gran angulares podremos conseguir relaciones de perspectiva más exageradas, mayor ángulo de cobertura y mucha profundidad de campo que ayudará a ampliar la sensación de dimensión y expandiendo el espacio.
Por otro lado los teleobjetivos, nos proporcionar imágenes con poca profundidad de campo, achatamiento de los planos y la perspectiva que pueden proporcionarnos mayor detalle en los primeros planos y fondos más borrosos. El poder acercarnos con estas ópticas a distancias más lejanas nos permiten lograr encuadres con más síntesis visual y detalles en zonas muy pequeñas. En el caso de encuadres cercanos con óptica larga nos permitirá aislar el motivo de su entorno.
Otro capítulo aparte merecen una mención: los pequeños detalles de la naturaleza.
La posibilidad de poder utilizar accesorios de aproximación (lentillas, objetivos macro, fuelles o tubos de extensión) en exteriores, nos abre un sinfín de posibilidades; esto nos obligará a agudizar nuestros sentidos para empezar a percibir visualmente esos pequeños paisajes que normalmente pasamos por alto y que conocemos por el nombre de Macrofotografía o Fotografía de aproximación.
Desde pequeños insectos hasta flores y hojas pueden ser el principal y único motivo de un encuadre o de una toma fotográfica, pudiendo jugar también con texturas, color y formas.
En la foto Nº 9 de un paisaje en Chincheros, Perú se puede apreciar como gracias a la utilización de un objetivo de 400mm se acható la perspectiva entre las montañas y el árbol logrando mayor énfasis en la escala de tamaño de ambos y una imagen casi plana. El tono cálido de la última hora del atardecer y los fríos de la primera hora de la noche dan un toque de color que ayudó aún más a la composición.
En la foto Nº 10 de un paisaje de Buzios, Brasil se utilizó un encuadre amplio con una perspectiva pronunciada gracias a la utilización de un gran angular. Con el angular los planos se suelen ver más alejados y distantes que en la realidad.
En la II° Parte de esta entrega, que saldrá en breve, analizaremos como influir en la imagen a través del control del color, el balance de blancos, la utilización de filtros y el manejo de la exposición.
Fotos y texto por:
Darío Rial
adaSACCHI CURSOS
www.adasacchi.com.ar
www.dariorial.com.ar