Iluminar con muy poco
En el mundo de la alta sensibilidad, de Camera RAW y de los sistemas avanzados de gestión de color, podemos iluminar una foto con cualquier elemento que emita luz. Y no mucha.
Esta foto está iluminada por una linterna LED de alta intensidad de 6500 K, dirigida al rostro de la modelo. El fondo está iluminado por una lámpara halógena BiPin de 250 watt, que produce una dominante amarillo-rojiza si la comparamos con los LED de 6500 K montada en una bandeja de telgopor de las usadas para alimentos.
La modelo tiene la piel maquillada con base líquida completada por una base en polvo.
La sensibilidad es ISO 1000 y la exposición de 1/30 f/2
El balance de blanco del archivo RAW fue ajustado con una carta gris y se aplicó un perfil de cámara específico creado con Color Checker Passport. Hay un sencillo retoque de piel en Photoshop.
Aquí iluminamos con una lámpara dicroica común colocada en la posición o Butterfly, llamada así porque produce una sombra de la nariz similar a una mariposa. La exposición, el maquillaje y el proceso digitales son similares a la toma anterior. Como el espejo de la dicroica emitía reflejos verdosos, convertimos la imagen a B&N
La luz proviene de una lámpara de bajo consumo de 18 watt, montada en un reflector FRD “vintage”. El relleno desde debajo de la cara de la modelo está hecho con papel de aluminio de cocina, apoyado sobre la mesa. También empleamos el mismo postproceso.
La linterna Led y su soporte.
Una lámpara BiPin con su transformador y una pantalla reflectora creada con una bandeja de telgopor.
Lámpara dicroica común, montada en un trípode.
Un viejo reflector de estudio equipado con una lámpara de xx watt de bajo consumo.
El precio de una fuente de luz tiene dos variables: potencia, es decir la cantidad de luz que produce y consistencia, que es la constancia del color de la fuente y su compatibilidad con otras fuentes similares.
Al trabajar con cámaras de alta sensibilidad, ópticas luminosas y sistemas de control de color por software, podemos emplear con éxito muchas fuentes de luz de baja potencia y rendimiento de color desconocido que antes hubiéramos desechado.
No quiere decir esto que debamos prescindir por completo de los flashes dedicados o de estudio, irreemplazables en muchos casos.
Pero lo cierto es que cada vez resulta más fácil fotografiar con la luz disponible en el ambiente, ya se trate de luz disponible o fuentes improvisadas, produciendo resultados más ágiles y personalizados.
Mariano Molinari