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LA COMPOSICION DE LA IMAGEN: Cómo entramos a una imagen
La dirección de la mirada
Al mirar una imagen el eje de visión comienza por el lado izquierdo y luego se desplaza hacia la derecha en busca de puntos que convoquen su atención, esta observación es sumamente importante ya que indica dónde se encuentra el inicio en la secuencia de la visión y es fundamental para la comprensión de las técnicas de composición.
Antes de profundizar las justificaciones de esta afirmación es necesario aclarar que mirar una imagen es una actividad que va mucho más allá de una recepción pasiva: “todo acto de percibir es al mismo tiempo pensar, todo acto de razonar intuición, todo acto de observar, invención” (Rudolf Arnheim).
Lo que condiciona el mecanismo de exploración de una imagen tiene que ver esencialmente con tres factores:
1) Biológicos y hereditarios (lo recibido): se transmiten de padres a hijos por el solo hecho de pertenecer a la especie humana y van más allá de todo razonamiento o decisión voluntaria, por ejemplo la atracción del color rojo se vincula con propiedades físicas de las ondas luminosas y su respuesta en el ojo humano, independientemente de si resulta agradable o no.
2) Culturales: tienen que ver con la familia y el medio en el que se desenvuelve el observador, la educación, la tradición, la formación condicionan la manera de ver y explorar una imagen.
3) Personales: esto se vincula con la psicología de cada individuo, sus expectativas, sus temores, sus intereses.
El motivo de aclarar estos factores es poder discriminar cuál de ellos es el que interviene en el mecanismo de la visión cuando se recorre una imagen.
EL RECORRIDO COMENZANDO POR EL LADO IZQUIERDO
Existen varias teorías que intentan justificar esta prioridad de la mirada por el lado izquierdo, la más difundida es que el hábito de leer textos condiciona el mecanismo de mirar a comenzar por el lado izquierdo (factor cultural), sin embargo esta teoría adolece de muchas fallas ya que el hábito de lectura no es tan significativo en la mayoría de la gente como para explicar este modo de ver, y por otra parte dejaría sin explicar el motivo por el cual los grandes pintores del renacimiento, o flamencos, componían teniendo en cuenta esta dirección de lectura cuando la inmensa mayoría de los espectadores de sus obras religiosas eran analfabetos.
Para aclarar esto utilizamos como ejemplo práctico un cuadro del maestro Pieter Brueghel El Viejo, “La parábola de los ciegos”, la fecha de creación 1568 es significativa para considerar que los espectadores de este cuadro de inspiración religiosa, eran en su gran mayoría totalmente analfabetos
El motivo de utilizar este cuadro se vincula con que podemos saber exactamente qué es lo que quiso expresar Brueghel y ver de qué manera juega la dirección de la mirada en lo que podríamos llamar el relato visual.
La parábola de los ciegos, Pieter Brueghel, 1568
La pintura ilustra la frase bíblica de Mateo: “Dejadlos; son ciegos guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo.”
Al entrar a la imagen por el lado izquierdo vemos primero un ciego caminando sin tropiezos, tomado de un palo que guía otro ciego, a medida que vamos progresando de izquierda a derecha vemos que los ciegos, seis en total, están cada vez más cerca de caer, y el primero de ellos (“ciego guía de ciegos”) ya cayó en el hoyo donde morirá, así como sus seguidores.
Observamos también que la línea de las cabezas recorre una diagonal que podríamos llamar descendente si miramos de izquierda a derecha, y esto refuerza el sentido de “caída” de la imagen.
Es claro que esta imagen solo puede leerse de esta manera, ya que el título de la obra así como la documentación que la acompaña dan testimonio de cuál fue la intención del autor.
Es interesante también observar que la repetición de las figuras humanas, semejantes unas a otras, expresa lo que afirman las leyes de la composición: un elemento que se repite manifiesta un ritmo o un movimiento, como si se tratara de un solo personaje que recorre el espacio desde la posición vertical hasta la de caída.
Proponemos ahora ver la misma imagen invertida en espejo:
Y queda a criterio del lector verificar si puede esta imagen contar la misma historia que la anterior.
Es recomendable mirar ambas imágenes por separado, en silencio, e intentar descubrir las sensaciones que producen ya que es un excelente ejercicio para el aprendizaje de la lectura de las imágenes.
Aquí es donde uno toma conciencia de la gran asimetría que existe en el recorrido de la mirada.
EL FACTOR BIOLOGICO
Otra explicación para esta asimetría es de origen biológico y asevera que el lado izquierdo de la visión es más preciso y detallado y por eso se comienza buscando la imagen por ese lado. En el teatro clásico la entrada de los personajes se realizaba por el lado izquierdo, precisamente porque el espectador esperaba que se presentaran por allí.
Sin embargo esta explicación no es totalmente satisfactoria, y existe otra teoría, complementaria de la anterior, y afirma que al estar vinculado el ojo izquierdo con el hemisferio cerebral derecho (intuitivo, instantáneo, integrador) cualquier movimiento o evento percibido con ese ojo se procesa en forma inmediata, ya sea un acontecimiento que implique peligro, curiosidad o simplemente sorpresa, y es así que la reacción visual tiende a buscar primero por el lado izquierdo.
Esta explicación biológica cala más profundamente que los orígenes culturales de la mirada de izquierda a derecha y hay otra raíz que se vincula con lo cultural y con lo hereditario: la medida del tiempo se manifiesta de izquierda a derecha, como las agujas del reloj, a la izquierda es “antes” y a la derecha es “después” y esto tiene que ver con que en el hemisferio norte, dónde se crearon los relojes de aguja, el sol recorre el firmamento de izquierda a derecha, la validez para el hemisferio sur posiblemente se justifique como una herencia cultural.
EL PESO DE LA IMAGEN
En la fotografía siguiente, del autor, mostramos una escena de la obra de teatro “Fin de Partida” de Beckett, en interpretación y dirección de Pompeyo Audivert y Lorenzo Quinteros, con Pochi Ducasse y Max Berliner.
En este caso no plantearemos un relato o un tema como en el de la parábola de los ciegos, queda para el observador extraer sus conclusiones o imaginar una historia según la imagen se vea de la manera original o invertida
En el caso de la imagen 3 también tenemos una diagonal descendente, acorde con el clima de la obra, y la importancia visual de los personajes del primer plano no oculta la de los otros ya que al iniciar la mirada desde la izquierda comenzamos por los más lejanos y menos detallados para llegar finalmente a los cercanos y expresivos.
La propuesta en este caso es observar detenidamente ambas fotografías e intentar rescatar las sensaciones y emociones que producen, eventualmente se puede elaborar un relato para cada una.
Vemos, de esta manera, que el hecho de mirar una imagen comenzando por la izquierda tiene raíces en distintas capas de la mente humana, podemos decir que no hay dos personas que miren de la misma manera ya que aun cuando entren por el lado izquierdo a la imagen, el recorrido posterior es esencialmente personal y significativo.
Michel Marcu
www.michelmarcu.com
