Esta tarde hemos hablado de cuentos y travesuras de nuestra
infancia y he recordado cuando me disfrazaba de Príncipe Valiente
Con un mango de plumero por espada y un delantal de cocina la
capa luchando con Carlitos el chico vecino que era el malo y quería
secuestrar a mi hermana, la esposa del Príncipe .
Siempre me gustó leer y los libros de Vigil eran saboreados varias
veces, en la adolescencia fueron los de la colección Robin Hood .
recuerdo con cariño los cuentos que nos contaba mi mamá
,anécdotas croatas , que luego mis hijos disfrutaron también de su
Baba .
Al comentar algunas de mis compañeras historias de princesas,
reales o imaginarias, me trajo el recuerdo de Doña Sara , una
señora italiana vecina del Barrio de Alta Córdoba . tenía una
despensa donde vendía todo suelto,:azúcar, harina , yerba
y el esposo Don Antonio salía por el barrio con su vaca vendiendo
leche realmente al pie de la vaca
Ella nos contaba historias de su infancia cuando vivía en su pueblo
italiano , en un “palazzo” que habitaba una “principezza” con la cual
ella jugaba y paseaba por sus jardines .
Éramos 6 ó 7 niñas de la cuadra que cuando Doña Sara se sentaba
por las tardes en la vereda en una silla petisa , corríamos para
escuchar las historias de su infancia y su frondosa imaginación
nos tenía fascinadas . Yo me imaginaba a Doña Sara niña, en la
corte de una princesa paseando por un jardín con fuentes , cantos
de pájaros lleno de flores, con pequeños músicos que tocaban el
violín..Y sucedió que en un curso de paisajismo que hice hace uno
años , al describirnos el jardín estilo italiano,se parecía a aquel
jardín de Doña Sara.
Pienso ahora en esta inmigrante, qué vida de privaciones y sacrificios .
Huyendo de su patria en plena primera guerra; cuánto hambre ,
angustia, miedo , ella de inventó ese mundo de princesas , reyes ,
palacios y jardines y nos llevaba cada dia a un mundo
encantado que nosotras vivíamos como real.
Perdí de vista a Doña Sara al mudarnos de casa y de barrio .
Supe que tenía dos nietos varones , no se si ellos habrán
escuchado sus historias como nosotras, mi hermana, mis amiguitas
y yo escuchábamos pendientes de su hechizo…
MARIA SUSANA POLIZZI
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