Lamentamos informar que ayer falleció Néstor Rozas, quien se desempeñaba desde hace años como Director de Galería del Centro Cultural del Sur, perteneciente a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Acompañamos en sentimiento a sus familiares y amigos.
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Hola Néstor Rozas y chau... hasta pronto
No sé porque te ausentaste sin darnos alguna explicación, sin decirnos adonde querías ir, sin ninguna razón de tu repentina ausencia...
Hoy justo hoy estábamos hablando con Humberto de llamarte, para contarte la próxima locura de la comunidad en los próximos meses, hoy justo hoy me dan la noticia... siento que se me nubla la mirada... siento aquí adentro ganas de gritar o silenciar, siento la razón sin razón, siento impotencia de que no te hallamos despedido como merecías... todos absolutamente todos los que te conocimos allá hace muchos años... te fuiste como llegabas siempre a tu lugar de trabajo... en silencio... con una sonrisa y buenas ondas...
Hasta pronto Néstor... esperanos preparando una gigante galería donde podamos entrar todos los que te queremos y admiramos...
Siento que se van los amigos, los colegas, los compinches, siento ausencias... no me quedan palabras solo vacio...
Guadalupe FG
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Antes de irme de la oficina, sentí necesidad de llamar a un amigo, Néstor Rosas, Director de la Galería del Centro Cultural del Sur y uno de los tipos más conocedores de arte en general. Me atiende la esposa y me dice que falleció ayer. Nada, más allá de lo extraño del sentimiento que me impulsó a llamarlo justo hoy, cuando hacía varios meses que no hablábamos, quiero hablar de él.
Néstor fue la persona que en el año 1997, en el mes de abril, me brindó la posibilidad de hacer mi primer gran muestra individual en la principal galería del Centro Cultural del Sur. Mis hijos se acuerdan (faltaba justo un año para que naciera Pablo) de la anecdota que les conté de ese día, que luego de colgar las obras, baja una gran araña del techo centenario de madera (era el antiguo Mesón Español), y ante la impresión, me cuenta el encargado que era "Cacho", un habitante añejo del lugar que curioseaba cuando había mucha gente.
Néstor sentía LA FOTOGRAFÍA desde un lado profundo y creativo. Un tipo muy querido por todo el mundo. Bueno, había algunos estúpidos que confundían su sensiblidad por debilidad, siendo un ser humano que a su vez tenía un carácter muy férreo para defender lo que sentía correcto. Un tipo HONESTO, PURO. Un creativo no desde lo intelectual, sino mucho más allá.
Néstor forma (y hablaré en esto siempre en presente), de ese selecto grupo de fotógrafos, como Victor Glaiman, Humberto Farro, Guadalupe G. Freiría, Fernando Casanueva, Amado B. Casaballe y algunos otros, que siempre bregaron por algo más que la regla de composición o la perfección en una imagen.
Dejame decir que ese impulso que tuve en llamarte, donde me atendió tu esposa con todo el dolor del mundo, pero a su vez con la dulzura de alguien que entendía que un amigo llamaba a otro amigo, fue un pase sutil que tuviste para despedirte. Un despedirte de esta vida tempranero, muy tempranero.
Cada vez que cuelgue en alguna exposición una fotografía, me voy a acordar de vos. En todo catálogo en el que me toque estar, pediré que se incorpore una mención a vos. Hay un antes y un después en mi vida fotográfica y en la vida de muchos, incluidos alumnos míos a los cuales les brindaste la enorme oportunidad de mostrar su fotografía.
Te quiero querido Néstor.
Claudio Margolin