A menudo huyo del mundanal ruido,
cierro mis ventanas
y me pierdo en la trama del papel
y soy tinta que sale de mí misma,
y soy letra que se levanta y arde
como leña al consumirse ...
Y no sé nombrarme, porque aún
el nombre no ha nacido ...
sólo sé que llegue para quedarme
plantada en la ciudad,
mezclada en sus sonidos.
A menudo me preguntan,
cuál es mi nombre ...
y digo que los poetas
no tienen nombres
sino el de sus letras,
sino el de su olvido ...
el de abstraerse
de todos sus sentidos
y vagar sonñolientos,
con la carne de las letras
al rojo vivo ...
¿cómo no sentir esto que escribo?
si es parte de mí. Y es todo mío ...
Alejandra Spessot
año 2012
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