Por Marcos Brugiati
Para Cañasanta.com
Fotografió como un juego a sus amigos y familiares. Nunca se animó a exponer pero alentando por el destino realizó su primera expo y vendió 40 fotografías. Su obra se destaca por los rostros y paisajes de África, Japón y Marruecos.
-“Nunca lo planee. Creo que fue el destino”. Se llama Jaume Cusidó. Nació y vivió en Sabadell -España- hace 42 años. Un día empezó a fotografiar gente y pensaba que los paisajes eran aburridos. Al principio recopilaba sus primeras imágenes en su PC -fotos de amigos, familiares y actividades-. Pasó el tiempo y sacó fotos y más fotos, cada vez agudizando más el instante y la composición, a veces esperaba más de 4 horas para encontrar el mejor instante de luz. Su primera cámara digital, una Konika 3mbpx.
“Continuaba imprimiendo y enseñando las imágenes a mis amigos, y algunos me pedían que hiciera una exposición, pero humildemente pensaba. ...¿yo una exposición?... Al final la hice e invité a más de 100 personas, colgué fotos sobre mi ciudad. Gustó, hasta el punto que vendí 40 fotos... inimaginable”.
Después de su primera expo decidió profesionalizarse y lo hizo en menos de 2 años con la ayuda de 7 cursos, libros e internet. Viajó por África, Japón y Marruecos, allí retrató lo que más se destaca de su obra: otras culturas y contextos. Otras miradas, - de las más expresivas- otros rostros y caracteres.
“Soy clásico, convencional... no lo sé, pero me gusta la foto tal cual es, a veces elimino algún elemento sobrante, o hago retoques pero suaves. Trabajo por zonas, niveles, brillos y saturación. Me gusta el color y no me gusta planificar”.
Una tarde un comerciante de productos africanos vio su obra y le propuso exponer más de 30 fotos en un Hotel cercano a M'Hamid, Marruecos. Asombrado, Jaume aceptó y sus obras fueron exhibidas por varios meses. Cuando conoció Marruecos fotografió a las personas con más carácter, con facciones fuertes, normalmente gente mayor, con barba y con los típicos atuendos. Algunos le pedían 1 o 2 euros a cambio, otros nada. “Yo siempre he sido anti pagar, pero al final te das cuenta que si no pagas, no haces la foto. Después hablas con ellos y les dices en francés que miren la cámara, pero que pongan mirada seria. Los colocas en la sombra para que no los toque el sol. Utilizas el 50mm fijo, cierras todo el diafragma que puedas con una Iso moderada o baja. Los modelos posaban siempre tranquilos y elegantes. De entre ellos, hay un hombre que recuerdo en particular, pues paramos en la carretera y lo vimos ‘era el de la capucha’. Los del pueblo nos dijeron que estaba loco. La verdad es que me hizo un poco de pena, sobre todo cuando le ves esa mirada honesta y sin malicia. Me imagino que allí, por desconocimiento, ese ‘loco de capucha’ seguramente tendría esquizofrenia... o algo parecido”.
Su continente predilecto África: por su gente, sobre todo por las miradas de los niños que corren todo el tiempo. “Normalmente cuando viajo es cuando menos duermo, me levanto aún de noche con el plan pensado del día anterior. Me encanta cuando empiezan las primeras luces porque son las mejores. Recorro mercados y calles sin prisas, sin mucha gente. Mi último viaje: Japón, -todo lo contrario a África- la gente allí es seria, sin ilusión, la verdad, no me gustó... eso sí, espectacular país”.
Realizó más de 15 exposiciones, la última, -con formato retro-iluminado con leds, y con un resultado espectacular- en la Corte Inglés de Barcelona. Trabaja en informática y dicta talleres de fotografía, a demás de exhibir sus obras y venderlas. “A mis alumnos les enseño las herramientas de photoshop y sobre todo, qué hacer delante de una fotografía, que puede ser lo más difícil: analizar y actuar”.
Jaume continúo estudiando, viajando y viviendo en Sabadell. “Me casé con Canon –cámara digital- y Ester, mi mujer, que santa paciencia tiene”. Muy a menudo visita el pueblo de Avià, cerca de Berga, -a 1hora en auto desde Barcelona- allí, zona rica de fotogénicos paisajes y una gran carta de excursiones y montañas.
¿Qué sientes cuando tomas fotos?
-Que no quisiera estar en otro lugar y que ese instante mágico me lo quedo, lo cazo y me lo guardo.
¿Cuál es tu sueño?
-¿Mi sueño?... trabajar para una revista de viajes... y viajar con mi pareja por todas partes. Aunque siempre dejo que fluya por si solo el destino-.