Miserables Fotografos !!

Por: Juan Mauro Blanco

 

El 19 de marzo del año 1965, ingresé con jóvenes 16 años recién cumplidos, a la Institución deportiva en la cual aún trabajo, el Club Atlético River Plate (sin comentarios, plis).

En febrero del  68 tuve la suerte de ingresar al deparamento de fútbol, y esto me dió la posibilidad, con el paso de los años, de comenzar una diaria vivencia única, que terminó conectándome a un inagotable universo de personajes, que pasan por toda la inimaginable gama de actividades y les puedo asegurar que me resultaba muy fácil acceder a mas de una persona indicada,  en oportunidad de necesitar algo.

En un viaje imaginario, llegamos al mes de abril de 1975 fecha en la cual mi vida tiene un cambio maravilloso, ya que una amadísima mujer decide aceptarme como su compañero para toda la vida.

Ustedes saben que al margen de los resultados de convivencia posteriores, esta es una fecha especial en nuestras vidas, al menos en la mía lo fué y lo es desde el primer pensamiento de transformar dos en uno.

En consecuencia, uno de los principales temas era la elección del fotografo, así fué que seleccioné entre mis conocidos del ambiente, que realmente, eran muchos, a tres profesionales que trabajaban en la desaparecida revista El Gráfico, que gustosos accedieron, pasándo a explicarme un extenso plan de trabajo que nos entusiasmo mucho.

Entre el 25 y 26 de abril se cumplió con el civil , la iglesia y la fiesta, el seguimiento que hicieron mio y de Silvia fué para la época algo novedoso, ya que registraron una línea de tiempo en todo momento, desde la mañana del civil, hasta la llegada al hotel en capital para la noche de bodas, calculándo un estimado de 300 fotos a seleccionar.

Cuando volvimos de nuestra luna de miel me comuniqué con Palito Halaiz, con una ansiedad que me desbordaba, conste que en esa época comunicarse telefónicamente con alguien, resultaba mas difícil que pellizcar un vidrio. Después de tres días de búsqueda me dice, "tengo un problema, tenemos que vernos".

El "problema" era lo peor que pudiera imaginarse, uno de los tres fotógrafos había perdido un bolso, dentro del cual estaban parte de los rollos míos. El segundo fotógrafo era amigo y familiar de este y los dos  tuvieron una dura y descontrolada pelea con mi amigo Halaiz, como resultado, el otro se negó a entregarle los negativos de sus fotos y solo pude disponer de unas 80 imágenes, quedándome sin muchas de momentos muy importantes y como triste final, una persona muy piola y querida como mi suegra, solo quedó registrada de costado en una(!!) sola foto...

Cada vez que por distintas razones sacamos el album, es imposible evitar una bronca que persistió y una amaragura que no debería ser.

Por mucho tiempo me duró  una fuerte antipatía hacia los fotógrafos y realmente nunca pude imaginar el vuelco que este sentimiento pudiera tener.

Hoy día puedo afirmar que la práctica de la fotografía y la maravillosa gente de todas las edades que me tocó conocer, relacionadas a este arte de dibujar con la luz, han borrado todo resentimiento y han dado lugar a una catarata de satisfacciones, que se renuevan todos los días !! 

(la foto al pié es la única donde aparece mi suegra, al lado mi querida madre y el loco gritón de la derecha es mi querídisimo amigo José, que injustamente ya está en el cielo )

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