Quien lo iba a imaginar que aquella noche de insomnio, cuando me levante de la cama para ir a la cocina por algo de jugo y buscar un libro en la biblioteca, mientras buscaba aquel viejo libro sobre “La conducta del amigo imaginario en la etapa adulta y sus raíces psicológicas”, pero vistas desde el punto de vista del amigo”, un libro complejo para leer por los aportes sociológicos que aporta el amigo imaginario con respecto a la personalidad del individuo que lo creo, en la mayoría de los casos el amigo imaginario suele ser un personaje extrovertido, violento, gracioso, bohemio con inclinación por la música las letras o las artes, estaba a punto de agarrar el libro cuando lo vi, el al verme salió corriendo, tome una de mis pantuflas y ya dispuesto a dejarla caer sobre el fiero animal, escuche una voz que me grito.
- No me mates, soy Kafka (En el momento no le reconocí, pero al verlo detenidamente mi susto paso a ser admiración, Franz Kafka? – dije un poco emocionado
- – sí, - me dijo moviendo una de sus patas.
- – que haces acá? Soy fiel seguidor de sus libros y relatos, como está su padre?
- Hace tiempo que no se dé el, me dijo con un dejo de tristeza que se dejo ver en sus pequeños ojos los cuales se frotaba con una de sus antenas, parece ser que no fue una buena pregunta de mi parte, pero ya la había realizado, así que seguí hablando con el
- Hermosa biblioteca se ve que eres un buen lector, de lo que tienes aquí, luego de una pausa, dijo - conozco gente que solo colecciona libros, solo para adornar sus bibliotecas, y, aparentar ser cultos, Pero en el fondo no conocen de sus autores ni de que se tratan los libros que allí tienen, muchas veces me he deleitado con lo que escribes, siempre te observo por las noches, cuando te sientes en la pc a darle vida a tus relatos.
- Muchas gracias por sus palabras maestro, pero solo son tonterías lo que escribo
- No digas eso mi estimado, mira donde me llevaron mis tonterías, luego agrego que es eso que tienes allí?
- Pan jugo y queso, le apetece probar?
- Si
- Le tendí mi mano con un trozo de pan con queso y el subió por mi mano caminando quizás con recelo, se podía notar que había llevado una vida complicada huyendo de la incomprensión de las personas, comió, luego agrego debo irme me están esperando…
- Mire a un costado de la biblioteca y allí estaba otra cucaracha quizás más pequeña que le hacía señas con las antenas, con un gesto de complicidad se despidió bajando por mi mano, con la promesa de encontrarnos otro día para hablar de libros.
- Quien iba a imaginar que mi biblioteca fuera la residencia de un prestigioso escritor
- Desde ese día suelo dejar migajas de pan en el lugar…..
Elfs