Chaaaa, malditos semiautomáticos. No solo arruinan la ropa sino que juegan con los sentimientos de cada ciudadano. Repito, malditos semiautomáticos, uno deposita toda la confianza en ellos, y uno que recibe, porquerías, Satanássss.
Supuestamente los semiautomáticos se encargan de entregar el producto en óptimas condiciones, jejjej, porque no se lo explicaron antes al general Federico Klemm, por cierto un gran intrépido. Lo único que tengo medianamente claro es que cada vez que trato de acercarme me cuesta cada día más, llegar.
Por eso, cada paso que hagas y no puedas ver más allá del horizonte debes pensarlo dos veces y no seas flogger. No me gustaría verte del chino comprando una riestra de ajo
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