“Para la Boca con Cariño”
Recuerdos lindos de Roberto Héctor Kuper
Cuantas veces pasé por estas veredas de la Boca…
cuantas veces miré esta vieja casa de enfrente,
y muchas historias se formaron en mi mente…
hasta que un día en un viejo umbral me senté.
Con una blanca hoja de papel vacía esperándome,
y mi lápiz corriendo sobre ella, trate de ver lo mismo
que su imagen me transmitía, para volcarla en él…
de sus ventanas salían volando, leves figuras de color.
Con mi último trazo, dejando inconcluso el dibujo,
pensé que esa casa la transformaría en un recuerdo…
y eso ocurrió muchos años después…porque al pasar
nuevamente por ese lugar, la busqué y ya no estaba allí.
En su terreno baldío, la basura se había amontonado,
aplastada contra su viejo y eterno suelo… ya vacío,
y las tenues lagrimas de hielo fueron cayendo de a poco,
frías y negras como las oscuras aguas del viejo Riachuelo.
Miro muchas veces el dibujo que en una olvidada carpeta,
junto con otros que siguen mostrando esos viejos conventillos,
que entonces eran preciados castillos que albergaban en ellos,
hermosos italianos que los mantenían como si fuesen eternos.
Pero que no lo fueron… hoy el cemento cubrió las chapas,
las calles escondieron sus desparejos y grises adoquines
que bajo las capas de alquitrán…todavía existen…allí están,
como gritando para poder salir de su encierro y volar al cielo.
Tengo en mis manos ese dibujo esbozado, hoy en viejo papel
amarillo que me habla de tiempos pasados…pero siempre
de un barrio querido… otra gente se mueve en su ejido,
rodeados de fantasmas escondidos en cada hueco de el…