PAISAJE URBANO
OBSERVACIÓN DEL ESPACIO
Texto y fotos de Vicente Viola (*)
Para que la fotografía de un espacio no sea un mero documento de registro, se requiere de cierta técnica, imaginación y observación. Generalmente un espacio urbano está concebido para la gente, por lo tanto la escala humana es casi imprescindible en el momento de fotografiar. Debemos intentar "ver" qué es lo que le confiere más interés a ese espacio o edificio y tratar de reflejar ese hecho, pero con ojos de fotógrafo.
Angulo de toma alto y extremadamente picado, denominado “plomo”, donde el fondo de los adoquines recorta y ambienta esta particular reunión de conductores de mateos en la ciudad de Viena.
Fotografiar una persona con luz natural, hace que el fotógrafo agudice su imaginación con respecto al ángulo de toma, a la dirección de la luz, a la calidad e intensidad de ella, y si el ángulo no le favorece con respecto a la fuente de luz, puede mover el o la modelo y adaptar la toma a su gusto. Pero la primer gran diferencia al fotografiar un elemento estático, llamémosle un paisaje o un edificio, es que éste esta inmóvil y los únicos elementos móviles son la dirección de la luz y el fotógrafo. O sea que a la hora de fotografiarlo primero debemos observar a qué hora del día nos conviene sacar las fotos en función del ángulo de la luz, las cambiantes calidades de la luz diurna pueden alterar radicalmente la apariencia o carácter del espacio o edificio, y en función de ello variar el punto de vista o la hora del día para las tomas. Si se tiene tiempo lo ideal es visitar el lugar en distintos momentos del día y observar.
Si la situación a resolver es fotografiar un edificio que tiene formas puras acentuadas o cuando hay suaves diferencias de color y textura, es preferible un día de luz difusa a un día de luz dura o soleado. El sol directo crea fuertes contrastes a partir de las caras soleadas y las caras en sombras, dando un mayor aspecto de espacialidad y volumen. Ideal para destacar los detalles de madera y piedra.
En la nota anterior nombramos los factores que modifican un ambiente o un espacio en el momento de la observación fotográfica: el desplazamiento, la ambientación, la escala, el formato, el ángulo de toma, la perspectiva, la lente y la profundidad de campo. Como se verá muchos de ellos son de carácter técnico y otros de carácter humano, es decir que unos dependen del manejo de la cámara y otros del ágil ojo del fotógrafo. Continuamos desarrollando los restantes puntos.
Al observar tenemos dos ángulos de toma para manejar: el picado (mirar hacia abajo) y el contrapicado (mirar hacia arriba). Un ángulo de toma bajo y contrapicado, nos transfiere una imagen sumamente espectacular. Un ángulo de toma alto y picado transfiere una sensación espacial muy grande (ver foto de los mateos). Ambas angulaciones, manejadas correctamente con el punto de vista adecuado, modifican la espacialidad de cualquier ambiente o espacio.
Imagen tomada en Marsella, desde un punto de vista alto, desde donde se aísla a las dos personas dentro de un espacio y ambiente rodeado de elementos urbanos, sumamente cargados de ritmo visual geométrico (círculos, hexágonos y diagonales).
La perspectiva
Que es una ilusión óptica, depende de nosotros que sea exagerada, diminuta o nula. Imaginemos estar en una plaza fotografiando 10 árboles de frente, el resultado es una imagen plana; pero si a esos árboles los sacamos desde la esquina, el primero de ellos en primer plano y el décimo al final, nos da una imagen con mucha profundidad. La perspectiva y la profundidad van de la mano, depende de cómo se ubique el fotógrafo para acentuar el espacio y ambiente del lugar Y por último la lente u óptica que se utilice influye en el resultado final del ambiente. Si bien casi todo es posible captar con una lente normal de 50 mm, el uso adecuado de un buen gran angular o un teleobjetivo nos puede mejorar cualquiera de todas las situaciones mencionadas en este artículo. Recordemos que los gran angulares nos brindan gran sensación de espacialidad y amplitud (ideal para ambientes chicos o paisajes extensos); el teleobjetivo, todo lo contrario, comprime la imagen y el espacio, no nos permite transmitir la real distancia entre un plano y otro.
Otro efecto sorprendente para manejar el espacio entre el objeto y el fondo lo ofrece el uso de estos dos tipos de lentes. Si fotografiamos un objeto en primer plano con un gran angular, el fondo saldrá lejano y pequeño. Fotografiando ese mismo objeto en primer plano pero con un teleobjetivo (el fotógrafo debe retroceder lo suficiente), ese fondo saldrá cercano y enorme. Esto es una forma sorprendente y sencilla de manejar la espacialidad en fotografía (ver ejemplo de las 2 últimas fotos que ilustran la nota)
Y por último nombraremos la profundidad de campo, este espacio imaginario en el momento de ver con nuestros ojos, y sorprendente en el variable resultado final que le puede conferir el tipo de óptica y diafragma que se utilice. Recordemos que un diafragma chico (f:22 por ejemplo) da mucha profundidad de campo, es decir gran cantidad de espacio en foco y definido dentro de los planos de la fotografía. Y en el caso contrario de un diafragma grande, es decir todo abierto (f:1,4 ó f:2, por ejemplo), da poca profundidad de campo, o sea poco espacio en foco por delante y por detrás del objeto enfocado. Saber manejar estos factores en el momento de querer mostrar o no un espacio, es fundamental, porque podemos estar fotografiando una persona y nos interesa que se vea o no el ambiente que la rodea. Mediante esta técnica, por decirlo de una manera clara y objetiva, borro o aclaro el espacio.
Perspectiva: Desde un punto de vista bajo y ayudado con un gran angular de 24 mm, en un particular día de luz difusa en Montreal, se ambiento esta escena callejera, casi monocromática, aprovechando la repetición de adoquines del piso y las viviendas, finalizando la imagen en el punto de fuga de la calle.
Existe la posibilidad de acentuar más aún este factor de la profundidad de campo, y es mediante la combinación de:
diafragma grande + teleobjetivo + acercarse al objeto a fotografiar = ínfima profundidad;
o diafragma chico + gran angular + alejarse del sujeto= amplísima profundidad de campo.
Solo hay que pensarlos antes de la toma. Recordemos que la mayoría de las cámaras no nos muestran este efecto cuando miramos por el visor, es un efecto exclusivo de las ópticas.
Podemos nombrar a este efecto de Espacio y Perspectiva como Profundidad por efecto de la lente. Obsérvense las fotos al pie de este párrafo. Se toma un objeto como referente y se lo saca con un lente gran angular, luego desplazándonos hacia atrás y haciendo la misma toma con un buen tele objetivo y manteniendo siempre el objeto de referencia del mismo tamaño. Véase que pasa con el fondo de la imagen. Con el gran angular el fondo o espacio se aleja y con el tele objetivo el fondo tiende a adelantarse.
Este es un efecto de las lentes que se lo puede utilizar creativamente para manejar el espacio fotográfico. Nuestros ojos no actúan de esta manera, este efecto lo produce la variación de distancia focal.
Desplazamiento y lente: En estas dos fotos, obsérvese la relación espacial que hay entre la farola y el fondo de la Catedral de La Plata, en la segunda de ellas hay una amplitud enorme (sacada con un gran angular 18mm) y en la primera una compresión de imagen entre el fondo y la farola (sacada con un teleobjetivo 150mm), estas variaciones espaciales se logran solo con la utilización diversas distancias focales y el desplazamiento del fotógrafo hacia delante y hacia atrás.
Pueden existir otros factores técnicos y humanos que puedan mejorar el ambiente y el espacio. La técnica fotográfica varía según como se la utilice. El factor humano depende de la creatividad e imaginación en el momento de "ver y observar". Pero hay un solo factor del cual dependen los dos: el fotógrafo.
Vicente Viola
(*) Fotógrafo urbano - Arquitecto–
www.vicenteviola.com.ar
Director de FOTOESCUELA VICENTE VIOLA, La Plata.
www.foto-escuela.com