La máquina del tiempo
El Scanner va migrando de función. De dispositivo central en la producción gráfica, pasó a preservar legados fotográficos o a convertirse en un auxiliar de la elección estética de trabajar en película fotográfica
Corría el año 1990. Mi trabajo consistía en tomar fotografías, como ahora, pero con herramientas algo diferentes a las actuales. En esa época utilizaba una Linhof de placa 10 x 12,5 cm y una Hasselblad 500 CM de 6 x 6 cm para hacer tomas industriales y publicitarias en película reversible (diapositiva) que se revelaban en el proceso E6 y horas después eran entregadas.
El proceso continuaba luego por cuenta del cliente con la realización de los fotocromos, es decir las películas tramadas que habrían de utilizarse para generar las planchas de offset con las que se imprimían libros, folletos y revistas.
Mediante una cámara de tamaño 50 x 60 cm o may, equipada con lentes de altísima calidad, una trama física y filtros de color Azul, Verde y Rojo, se producían las películas de separación en color o fotocromos. Había empresas dedicadas a esta labor que en períodos de mucho trabajo funcionaban 24 horas al día. Los secretos de este oficio se guardaban celosamente, y la actividad constituía un negocio excelente. Hay que aclarar que luego estas películas se componían manualmente con los textos para dar origen a la impresión final. Un fotocromo de 10 x 10 cm se cotizaba en 100 pesos mas IVA , lo que al cambio de la época equivalía a 100 dólares, mientras que uno suficiente para hacer la tapa de una revista podía costar el equivalente a 300 dólares.
Estos valores funcionaban como reaseguro de los fotógrafos, porque sabíamos que a partir de nuestra foto quien quisiera hacer un folleto o impreso se enfrentaría indefectiblemente a este costo, más el valor de la impresión y distribución de la pieza gráfica.
Pero algo había empezado a cambiar. Aquellos a quienes nos apasionaba la investigación nos habíamos enterado que desde hacía algunos la industria gráfica empleaba un dispositivo llamado scanner para reemplazar este proceso óptico de producción de películas por un proceso electrónico. Los primeros scanners exploraban las transparencias fotográficas mediante una fuente de luz que actuaba en conjunto a un PMT o tubo fotomultiplicador y mediante un proceso electrónico imprimían las películas de separación directamente, sin ningún tipo de digitalización intermedia.
Mas tarde se agregaría la posibilidad de digitalizar esa señal electrónica y archivarla en un sistema para luego emplearla en distintos procesos de edición e impresión. El DTP (Desktop Publishing) había nacido.
Lentamente, en nuestro país las empresas gráficas empezaban a migrar hacia los sistemas digitales, y a partir de allí comenzaron a emplearse los primeros scanners rotativos o de tambor, de marcas como Hell, Crossfield y Agfa.
También habían aparecido en esos años las primeras computadoras personales, eran los tiempos del Windows 3.0, de las primeras lectoras de CD y las novedosas placas de sonido. En esos años compré un scanner plano Microtek Scan Maker por 1500 dólares. Cuando logré hacerlo funcionar, después de una semana, me llamó la atención que el monitor de la computadora no mostrara todos los colores. Claro, la computadora tenía una placa de video de sólo 256 colores y se necesitaba una de 16,7 millones de colores. Internet no existía en forma práctica para la gente, de modo que eran años en los que avanzábamos un poco a ciegas. La fotografía, desde entonces, no volvería a ser la misma.
Un scanner rotativo era por aquellos años un aparato de un tamaño superior a dos heladeras familiares, conectado a una computadora que generaba y guardaba los archivos. La diapositiva o copia a scannear se fijaba en un cilindro transparente que giraba a gran velocidad y que era explorado por un haz de luz cuya modulación era registrada por un tubo fotomultiplicador o PMT.
Un PMT es un tubo de vacío, similar a los que se utilizaban en los antiguos televisores y radios, que tiene la capacidad de convertir fotones en impulsos eléctricos. Se trata de dispositivos extremadamente sensibles a la luz, que también son usados actualmente en los microscopios electrónicos. Pueden amplificar una señal luminosa 100 millones de veces con una relación señal-ruido bajísima. Su forma de detección es puntual, es decir que va recorriendo el original detectando una zona pequeñísima, cuyo tamaño puede ser regulado. Esto se denomina apertura. El tamaño del original depende solamente de las dimensiones del tambor.
Un scanner rotativo y su instalación costaban alrededor de 100.000 dólares. Sin embargo, su largo reinado, como el de los dinosaurios, estaba destinado a desvanecerse.
La capacidad de un scanner está expresada por la Dmax, que es el rango entre la luz mas alta y la más baja que este puede detectar. La película con la Dmax más amplia que se conoce es la diapositiva Fuji Velvia, con un rango de Dmax de 4.0. Este rango de densidades puede ser resuelto por un scanner rotativo o CCD de buena calidad, pero es inalcanzable para un scanner de oficina. Un negativo color o B&N tiene en cambio una Dmax típica de 2.0, de modo que su scanneo no representa un problema grave.
La combinación película reversible y scanner rotativo significó por años el standard de la máxima calidad obtenible en el proceso fotográfico digital. Se toleró por mucho tiempo una calidad menor proveniente de las primeras cámaras digitales y scanners planos simplemente por razones de economía y velocidad. El scanner rotativo estaba siempre en una empresa proveedora o en una imprenta, pero el scanner plano ya había ingresado a los estudios fotográficos y de diseño y también a las pequeñas editoriales.
Durante mucho tiempo yo empleaba scanneados rotativos de mis fotos en transparencia para comparar la calidad de las primeras cámaras digitales, y la verdad es que los primeros testeos de cámaras digitales que hicimos no resultaron alentadores. Recién en 1998 incorporamos un respaldo digital Phase One para adosar a una cámara de estudio con un costo de 12.000 dólares, cuyo rendimiento podía acercarse en ocasiones a la combinación película y scanner rotativo. Tardaba cinco minutos en producir un archivo Tiff de 24 Mb, contra las cinco horas de una transparencia y su correspondiente scanneado rotativo, lo que constituía una mejora absoluta. La tarea de este respaldo era scannear el plano focal de la cámara de estudio, conectado por un grueso cable SCSI de 1,8 metros a la computadora.
Si bien la combinación scanner plano o rotativo mas película funcionó por algunos años, lo cierto es que la aparición de las primeras réflex digitales como la Nikon D1 en noviembre de 2000 a un precio de 5000 dólares significó el comienzo del fin para la película scanneada. El archivo que brindaban las primeras réflex digitales era de 2,7 megapixeles y su calidad vacilante a veces se debía menos a la capacidad propia de la cámara que a la habilidad de los fotógrafos para manejarla.
Lo cierto es que hoy los scanneres han salido de la primera línea de producción editorial, publicitaria y periodística, y su función principal es la recuperación de antiguos archivos fotográficos en película, junto con la digitalización de los trabajos de los fotógrafos artísticos que la emplean como una elección personal. Quizás sea esta la última generación, ya mayor de 30 años, que empleará medios analógicos de toma. Sabemos que si actualmente se fabrica película es porque la industria del entretenimiento mantuvo esa opción como un medio de controlar la distribución cinematográfica y preservar sus activos. El sostenimiento de la producción de película para uso fotográfico exclusivo es económicamente inviable. El destino de la película fotográfica esta atado a la supervivencia de la película como formato de toma cinematográfico.
Hoy existen cuatro opciones para scannear fotografías:
1 Scanner rotativo:
Hay distintas empresas en nuestro país que brindan el servicio de scanneado rotativo, pero la realidad es que cuando estos scanneres se rompen o quedan obsoletos son descartados porque su mantenimiento resulta antieconómico. Su manejo depende de operadores capacitados, porque para que el scanner entregue su rendimiento máximo él o ella deben determinar la luz mas alta y la mas baja, y también evaluar visualmente los resultados. Muchas empresas debieron discontinuar el servicio por falta de recursos o de voluntad para pagar los salarios adecuados. Un scanner rotativo sin un operador entrenado resulta un dispositivo inútil. La mera posesión de scanner rotativo por una empresa de servicios no garantiza que los scanneados serán perfectos. No obstante, todavía es posible en algunos casos obtener un servicio de buena calidad. Los scanners de tambor trabajan internamente a 16 bit, pero muchas veces se entrega el archivo en 8 bit porque se supone que el operador hizo las calibraciones correspondientes en el momento del pre – escaneado, y no son necesarios ajustes a 16 bit en las post producción.
2 Scanner CCD de alta calidad:
Imacon es una de las opciones actuales en scanners basados en CCD accesibles al fotógrafo y al laboratorio fotográfico, con una Dmax de 4.6 y 4.9
Imacon es una marca que pertenece a Hasselblad y ofrece sus scanners a partir de 10.000 dólares. Permite almacenar los archivos en el formato 3F de 16 bit de profundidad de color, para no perder ningún detalle del original.
Epson, con su modelo 10000XL para película 35 mm y gran formato y originales opacos, ofrece una opción a partir de los 2500 dólares y una Dmax de 3.8
Nikon posiciona sus modelos exclusivos para película Coolscan ED 9000 y 5000 ED como “máquinas del tiempo”, ambos con un rango de 4.8
En determinados equipos es posible acceder al scanneado a 16 bit
3 Scanneados en Minilab Digital:
Cuando enviamos un negativo a copiar al minilab digital, lo que hace el operador es scannearlo y enviar el archivo resultante a la cola de impresión. Muchos minilab digitales que tienen equipos de impresión como el Fuji Frontier están en condiciones de ofrecer un scanneado decente, auna profundidad de color a 8 bit , con un precio accesible. Algunos laboratorios ofrecen el servicio de scanneado solo, mientras que otros exigen que se haga una copia. Vale la pena tener este servicio en cuenta.
4 Scanneado de calidad básica:
Por 100 dólares podemos ir al supermercado y traernos un scanner de oficina, que hará un buen trabajo si queremos scannear un documento, enviar una foto por mail, colocar una imagen en una presentación de Power Point o armar una web. También usarlo para hacer fotografía experimental o artística, pero obviamente su calidad fotográfica no compite con los dispositivos anteriormente citados. Los scanners básicos funcionan con una profundidad de color de 8 bit.
La tecnología dominante para estos equipos es actualmente el CIS (Contact Image Sensor), que está reemplazando rápidamente al CCD en los scanners de nivel de entrada. A diferencia del CCD, el CIS no necesita un juego de espejos para enfocar la imagen sino que, como su nombre lo indica, la luz reflejada por el original incide directamente sobre él. Como fuente de luz emplea tres leds RGB; esto hace que el scanner tenga un diseño muy delgado y que la alimentación pueda provenir directamente de la conexión USB, sin necesitar alimentación externa.
Hacer scanneados de calidad no consiste simplemente en cargar imágenes en una computadora como quien copia un archivo, sino que requiere habilidades basadas en la configuración del sistema para cada necesidad y también algo de juicio crítico.
Resulta importante que quienes tengan a su cargo la digitalización de colecciones o acervos fotográficos tengan esto en cuenta, porque si el trabajo de digitalización no está bien hecho puede resultar en una complicación para el futuro.
Mariano Molinari
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A la búsqueda del tiempo perdido
Hace cuarenta años un joven fotoperiodista danés llamado Bent Rej se encargó de documentar el tramo escandinavo de la gira europea de una joven banda de rock and roll: los Rolling Stones.
El encuentro se produjo cuando la banda empezaba a recoger los frutos de su éxito. Los Stones se hicieron amigos del fotógrafo y durante los años 1965 y 1966 Rej tuvo acceso sin restricciones a la gira del lanzamiento del álbum “Out of Our Heads”, que incluía el hit “Satisfaction”.
Bent Rej tomó infinidad de fotos del período en el que la joven banda - en palabras de su bajista Bill Wyman- “ …comenzaba a ser capaz de comprarse buenas casas, grandes autos y comer en lugares que sus fans no podían pagar...”
Luego de varias décadas, Rej decidió digitalizar todo su archivo de negativos, y durante ese proceso redescubrió las casi olvidadas fotos de los jóvenes Rolling Stones.
“Decidí que debía comenzar a scannear mi archivo de negativos, y ese esfuerzo condujo a lo que luego sería mi libro Rolling Stones, In the beginning publicado en 2006” …cuenta Bent Rej acerca de su libro mas vendido, que contiene fotos espontáneas y también sesiones especiales de tomas, con citas de él mismo y de los Stones.
“El libro evolucionó hacia un rango mas amplio de proyectos, como exhibiciones, y sitios web, y todo gracias a mi interés acerca de mostrar y elaborar mi trabajo de una manera nueva, no tradicional” dice Rej
El resultado es un cálido recuerdo, una cápsula del tiempo acerca de un momento crucial en la historia de la banda. Scannear todo su archivo constituyó un hito importante en la carrera del fotógrafo.
La empresa Hasselblad, que adquirió la compañía danesa Imacon, fabricante de scanneres y respaldos digitales, promociona con esta historia los scanneres Flexthight, que en el rango de los 12.000 a 19.000 dólares, y empleando tecnología CCD están orientados concretamente a la recuperación digital de archivos en negativo o transparencia.
Web de Bent Rej: http://www.bentrej.net/index.html
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Retrato de época de Mirta Legrand, por Annemarie Heinrich, scanneado actual a 16 bit del negativo original hecho con un scanner Microtek Artix Scan 1800f - Estudio Heinrich - Sanguinetti
El retrato de época de Mirta Legrand luego de la restauración digital actual. Estudio Heinrich – Sanguinetti. La tarea de digitalización de un archivo de época no consiste solamente en el proceso técnico de operar el scanner, sino además en la evaluación critica de los resultados obtenidos.