Santa Cruz del Sur es una localidad conformada por viviendas de madera, estéticamente concebidas por los carpinteros ebanistas y navales que abundaban mucho en la región en la década del 30. Son edificaciones al estilo de la arquitectura desarrollada por las grandes compañías norteamericanas que administraban los centrales azucareros, con portal al frente, patio y traspatio; muchos de esos caserones están rodeados por jardines.
Son construcciones espaciosas, con amplitud en la sala comedor, la biblioteca o área de recepción y en las habitaciones divididas por un baño intercalado. Es una concepción constructiva de gran belleza, tanto dentro como fuera de estas edificaciones, que se distinguen además por su falso techo, barandas y detalles decorativos.
Desde la calle “G” y hasta la “Pepito Tey” predominan actualmente este tipo de viviendas como exponentes de la influencia de numerosos catálogos procedentes de Estados Unidos. La mayoría posee también paredes de madera de doble forro, pisos de madera pulimentada y cubiertas de varias aguas, de zinc o de tejas francesas; generalmente tienen un solo nivel, aunque una segunda planta se puede apreciar en la biblioteca municipal de Santa Cruz del Sur y en el hotel Miramar, entre otras.
La comarca puede incluso convertirse en uno de los potenciales turísticos más importantes de la provincia de Camagüey. Actualmente no lo es, no obstante su historia, riquezas naturales, excelente cayería --especialmente Las Doce Leguas, de hermosas playas--, la hospitalidad espontánea, la alegría de sus gente, las costumbres, cultura, tradiciones y en general la idiosincrasia de los santacruceños.
Santa Cruz del Sur se convirtió hasta el 14 de noviembre de ese año, en la capital de la República. Santa Cruz del Sur es noticia no por los huracanes; es noticia por sus fascinantes cayerías, su cultivo del camarón, su producción azucarera, la intrepidez y la valentía de su pueblo, el arranque heroico y sencillez de su gente, su historia…. Santa Cruz del Sur es un teso por descubrir.
Y como afirma en el poema Emilio Ripoll Gomero:
Santa Cruz, maravilla pequeña
siempre alegre y risueña
besada por el mar.
Veo en tu inmensa belleza
que la naturaleza te ha querido adornar
Santa Cruz en la tarde invernal
se embellece tu mar
azul que palidece.
Veo las olas que crecen
en su afán de besar
besar de las olas y del mar
en tu playa, en tu arena
y se forman amenas
como blancas azucenas
las espumas del mar.
Y allá, en tu inmensa laguna
es la bella fortuna que te ha legado el mar.
Y atrás se agiganta tu mente
y se ve el horizonte
sus colores cambiar
y a ti te contemplo risueño
maravilla pequeña
besada por el mar.