Preseleccionada por FRTema: Varios - Enviada el 26/04/11 a las 07:47:04 - Foto N° 110426074704
"Madre Cordillera"
(Buenos Aires/ Argentina, Ciudad de Buenos Aires, Argentina)
Mi página Foto tomada desde el aire, llegando a Santiago de Chile
CORDILLERA Gabriela Mistral
`¡Cordillera de los Andes,
Madre yacente y Madre que anda,
que de niños nos enloquece
y hace morir cuando nos falta,
que en los metales y el amianto
nos aupaste las entrañas,
hallazgo de los primogénitos,
de Mama Ocllo y Manco Cápac,
tremendo amor y alzado cuerno
del hidromiel de la esperanza!
Jadeadora del Zodíaco,
sobre la esfera galopada,
corredora de meridianos,
piedra Mazzepa que no se cansa,
Atalanta que en la carrera
es el camino y es la marcha,
y nos lleva, pecho con pecho,
a lo madre y lo marejada,
a maná blanco y peán rojo
de nuestra bienaventuranza.
Caminas, madre, sin rodillas,
dura de ímpetu y confianza,
con tus siete pueblos caminas
en tus faldas acigüeñadas,
caminas la noche y el día,
desde mi Estrecho a Santa Marta,
y subes de las aguas últimas
la cornamenta del Aconcagua.
Pasas el valle de mis leches,
amoratando la higuerada,
cruzas el cíngulo de fuego
y los ríos Dioscuros lanzas
pruebas Sargassos de salmuera
y desciendes alucinada...
Viboreas de las señales
del camino del Inca Huayna,
veteada de ingenierías
y tropeles de alpaca y llama,
de la hebra del indio atónito
y del ¡ay! de la quena mágica.
Donde son valles, son dulzuras,
donde repechas, das el ansia,
donde azurea el altiplano
es la anchura de la alabanza.
Extendida como una amante
y en los soles reverberada,
punzas al indio y al venado
con el jengibre y con la salvia,
en las carnes vivas te oyes
lento hormiguero, sorda vizcacha,
oyes al puma ayuntamiento
y a la nevera, despeñada,
y te escuchas el propio amor
en tumbo y tumbo de tu lava.
Bajan de ti, bajan cantando,
como de nupcias consumadas,
tumbadores de las caobas
y rompedor de araucarias.
Aleluya por el tenerte
para cosecha de las fábulas,
alto ciervo que vio San Jorge
de cornamenta aureolada
y el fantasma del Viracocha,
vaho de niebla y vaho de habla.
¡Por las noches nos acordamos
de bestia negra y plateada,
leona que era nuestra madre
y de pie nos amamantaba!
En los umbrales de mis casas,
tengo tu sombra amoratada.
Hago, sonámbulo, mis rutas,
en seguimiento de tu espalda,
o devanándome en tu niebla,
o tanteando un flanco de arca,
y la tarde me cae al pecho
en una madre desollada...` (Fragmento)