Responder28/12/11 00:35:34
Trinidad, Sancti Spíritus, Cuba.
/ La visita a la Villa de la Santísima Trinidad, Hija de la Miel y el Guarapo, nacida en los primeros días de Enero de 1514, hace hoy 497 años, fue un momento muy especial.
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/ Su clima, su cercanía al mar Caribe y la fertilidad de sus tierras, la convirtieron en una meta codiciada y quienes se establecieron en ella propiciaron, con la llegada del siglo XVIII, una expansión arquitectónica que dejaría su impronta para siempre, marcando a este sitio como una joya constructiva.
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/ La arquitectura urbana, bien adaptada al calor tropical y a la reverberante luz del Caribe, se muestra en mansiones señoriales, parques e iglesias enclavadas en empedradas calles adoquinadas, donde se aprecian las balaustradas de madera, los grandes ventanales, las viviendas espaciosas con zaguanes y los balcones corridos como rasgos distintivos de sus construcciones.
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/ La gente de pueblo atenta con su ir y venir, el vendedor de minutas de pescado, el acento de la emisora de radio que proyecta la imagen del entorno con todos los colores de la vida, las artesanías que nacen con la salida del sol en las calles y callejones adoquinados,
/ Las primeras décadas del siglo XIX fueron de gran esplendor para Trinidad y el apogeo de la caña de azúcar la hizo aún más próspera, no obstante su arquitectura siguió respondiendo a los cánones identitarios del siglo anterior. Ya en 1827 existían en la villa, 56 ingenios con más de 11 mil 627 esclavos. Las viviendas llevaban, por entonces, amplios portales que remataban en arcos de medio punto, vidrieras de colores y rejas, que en Trinidad son un detalle relevante, por la belleza y monumentalidad de su forja.
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/ Gracias a este esplendor de antaño, actualmente Trinidad cuenta con unos de los conjuntos arquitectónicos más perfectos, hermosos y de los mejores conservados de América, cualidad que la ha llevado a ser reconocida como la ciudad Museo de Cuba.
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/ En su centro Histórico Urbano y el Valle de San Luis de los Ingenios junto a la famosa Torre Iznaga, muro centinela de un pasado y exponente del eclecticismo arquitectónico en la Isla, aún sobreviven ruinas de las obras y de los barracones donde eran amontonados los esclavos traídos de África, los cuales ostentan la condición de Patrimonio de la Humanidad, reconocidos como tal por la UNESCO desde 1988.
Carlos Maximo Suarez