Tema: Fotografia de Autor - Enviada el 21/09/22 a las 02:12:38 - Foto N° 220921021238
"Esas extrañas luces"
Intervención sobre una fotografía analógica de 1989, digitalizada y editada por software.
Hace algún tiempo, apareció un interés por la fotografía analógica. No recuerdo bien cuál fue el suceso desencadenante, tan sólo su olvido. Del olvido también comencé a prestar atención a una antigua cámara perteneciente a algún familiar que nunca conocí. Aquel extraño ‘aparato de radio, electrónicos, etc’, como bien figura en la estampa, que aún perdura, de la Dirección Nacional de Aduanas. Aquel aparato que posaba como bello ornamento en una repisa. La búsqueda prosiguió, y pronto se tropezó con la vergüenza de no saber siquiera cómo abrir su tapa trasera. Dicho aparato no era más que un misterio, todavía acrecentado ante su inmaculado estado. ¿Quién la habrá utilizado? ¿Qué habrá mirado a través de ella? Así las búsquedas se acrecentaron aún más y ello derivó en el recuerdo de imágenes de mi infancia. Una infancia poblada de imágenes reveladas, y reveladoras de una historia inminentemente perdida.
Así aparecieron otras imágenes, capturas de otros tiempos, en una búsqueda no tan sólo de una determinada técnica o de un formato por el estilo. Era otra la pregunta, nunca del todo esclarecida. La pregunta por un pasado contado en imágenes olvidadas. Imágenes que no destacan por lo que evidencian como pasado, sino por su gesto. El gesto de un tiempo en el cual alguien capturaba una imagen de la cual no podía siquiera ver, tan sólo imaginar. Es el gesto de la demora, del detenerse allí sin tanta prisa, a la espera de que algo del orden de lo misterioso se revele, a sabiendas que nunca lo revelado nos es devuelto tal cual es.
A estas alturas, la búsqueda se tornó en una reconstrucción de sentidos, de figuras familiares y de fundamentos. También en la recuperación de un archivo histórico y, por supuesto, íntimo. Una tarde de domingo en una Rosario bajo agua, una imagen pasaba tras otra sin un orden establecido. Sus tiempos y espacios no coincidían, se tornaban contradictorios, inverosímiles; pero poco importaba. En determinado punto no podemos dar cuenta durante demasiado tiempo sobre la certeza de una imagen. Se nos vuelve oscura, difuminada. Se deteriora como su soporte material.
Así llega a mis manos una imagen de un viaje a Londres en 1989. Una fotografía con orientación vertical que se caracteriza por estar subexpuesta, a tal punto que tan sólo observamos los detalles de algunas luces en la parte superior. Una fotografía que no destaca por absolutamente nada, más que por lo que no dice. Tanto más valiosa por lo que no da a ver a simple vista; tan sólo nos deja indicios, uno de ellos el degradado de sus químicos. Así me encontraba en la extraña posibilidad de un gesto, de inscribir algo nuevo en esta historia, que poco de certezas tiene. Así aparecen esas extrañas luces serpenteadas de la parte inferior. Allí donde no había nada, aparecen unas trazas que registré en una serie de imágenes propias tantísimos años después de esta fotografía. Luces que me dan la sospecha de habitar otra época. Así aconteció otro recuerdo, ficcional, sobre unas luces que nunca pasaron por allí. Unas luces sin tiempo, que, sin embargo, pasan, de salto en salto. Unas luces que ponen en cuestión el origen mismo de la imagen. Entonces, ¿de quién es esta fotografía? Quien la capturó puede no reconocerla y contradecirse. Podría, incluso no conocerse quién la tomó. ¿Importa acaso esta cuestión? Entonces, puede que la imagen sea mía, puesto que la modifiqué; transformé su formato, distorsioné sus dimensiones. Aunque tampoco podría dar demasiada cuenta de ello. Nunca estuve allí, al igual que esas luces, pero sin embargo paso, tan solo en parte, como quien se posa un instante a mirar por una ventana aquello que transcurre delante de sí.
Datos EXIF de la foto no disponibles.