Enviada el 22/01/12 a las 21:59:10 - Obra N° CONV120122215910
"Bajo su canto de agua"
(Salta, Argentina, , Argentina)
Pies del aire, pies del sueño, pies sin partida y sin regreso, son del tiempo sin transcurrir, del espacio por recorrer, pies del futuro. Futuro incierto, vertiginoso, palpable… Los llevan a andar caminos mágicos, llenos de color y de sueños, de espacios desconocidos por algunos y desandados por otros. Sueños y aire cargados de nostalgia, pies voladores que nos llevan a imaginar que allí, donde se muestra el juego y la complicidad, se vive un mundo lleno de inocencia y amor, un mundo del cual no deberían salir jamás los niños que lo habitan.
Reseña: Foto tomada en Ballivián, Provincia de Salta en una de las Comunidades Wichis que no tienen agua potable, y los niños se bañan y juegan en esa laguna con agua contaminada, disfrutando del momento como una de las cosas mas hermosas que tienen.
Texto y Foto: Rosario Rauch
Responder24/01/12 04:06:35
El agua y el canto, ingredientes esenciales para la vida, los pasos y los pies, el andar los caminos, el aire y el sueño, la libertad y el vuelo. Sumergirse en las vicisitudes de la vida por la parte mas honda y sin escafandra ni oxígeno, nadar en aguas contaminadas a solo 3 cuadras de las piscinas de los ricos, nadar y sumergirse a pura risa sin envenenarse, quedar con los pies al aire y la cabeza bajo el agua, dar vuelta una realidad perversa y convertirla en sueño. Nosotros, solo mirar y aprender, que si el agua potable para todos es un Derecho Humano, la risa, el vuelo y la libertad, también lo son. La tarea del artista es saber mirar par poder ver, pero la del verdadero artista es la difícil tarea de ver bajo el agua, lo que el universo nos cuenta, estar atentos y sensibles para reconocerlo, traducirlo y poder decir en un disparo de luz, en una captura del alma. Gracias por la risa y el sueño y gracias por las palabras que mas que acompañar a tu foto, la enriquecen y la complementan, del mismo modo en que se complementa uno con el prójimo, para que deje de estar tan lejos.
Alejandro Ahuerma