Me Gusta !
NO PUEDES ELEGIR UNA FOTO TUYA !!!
NO PUEDES ELEGIR UNA FOTO ENVIADA DESDE TU MISMO IP !!!
NO PUEDES ELEGIR 2 VECES LA MISMA FOTO !!!
Error de acceso
TU ELECCION NO SE HA REGISTRADO.
(Clasificación del autor) Tema: Viajes y Turismo - Enviada el 04/08/21 a las 16:18:50 - Obra N° SFOT210804161850
"Destello en el azulado cielo de la torre Iznaga"
Entre manteles blancos (obra de artesanas y artesanas de la región), y el azulado cielo de la torre Iznaga, en el Valle de los Ingenios de Trinidad, un destello de luz llama la atención de los visitantes.
Desafiando la infinidad del tiempo la torre, de 45 metros de alto, se erigió alrededor de 1816 por su propietario, Alejo María Iznaga y Borrell.
Es como regresar a la época cuando la campana que colgaba en lo más alto de la torre repiqueteaba antes de la salida de los primeros rayos del sol para anunciar a los esclavos el inicio de la fatigosa jornada de corte de caña, al igual que el cierre de la jornada.
Velocidad: 1/800s Diafragma: f:5.6 Sensib.: 160 iso Focal: 4mm (equiv. 23mm)
Responder05/08/21 12:28:04
El viaje por carretera a la villa de Trinidad desde Sancti Spíritus es como retornar cinco siglos atrás. / El recorrido de unos sesenta kilómetros es muy placentero. Infinidad de puentes y hermosos paisajes convierten el paseo en una agradable excursión por el tiempo. / / Ya próximo a la cuatricentenaria comarca el viajero se abstraer en la contemplación del verdor del Valle de los Ingenios, a tal magnitud que lo estimula detenerse a contemplar el panorama como si fuera un lienzo de un distinguido pintor. / / La vista lo lleva hasta las cercana Sierra del Escambray, en la que se desarrolla el turismo de salud en Topes de Collantes, sitio que muestra su rica naturaleza y un microclima admirable. / / Es casi necesario detenerse a contemplar por su hermosura el Puente Azul. Pero la naturaleza ofrece mucho más que la obra del más prestigioso paisajista: el Valle de los Ingenios es uno de esos prodigios que se presentan ante la vista del visitante y lo traslada a la época de la fundación de Trinidad, en 1514. / / Siglos atrás era una floreciente comarca azucarera que hoy recupera el verdor de los otrora cañaverales en el suelo rojizo. / / Una colonial edificación es testigo de la existencia de la hacienda Guáimaro, cuyo propietario don Mariano Borrell y Lemus, nunca imaginó que el inmueble desafiaría en paso azaroso de tantos años. En el Valle, patrimonio de 110 caballerías (14.55 Km cuadrados) de reliquias y leyendas y hoy reserva natural y arqueológica, llegaron a existir más de 50 ingenios, que un año lograron la mayor zafra de azúcar del mundo para su época. Deviene bello paraje rodeado de montañas e irrigado por las aguas del generoso río Agabama.
Lázaro David Najarro Pujol 05/08/21 12:30:01
Ramón de la Sagra escribió: «Todo el valle de Trinidad pertenece a un corto número de hacendados que lo han cubierto con sus ingenios y potreros, sin dejar casi nada para los cultivos menores de los sitios y estancias». / / No solo por el cultivo de la caña se caracterizó la región sino también por la cría de ganado y el cultivo del tabaco. Representó la época de gloria, los años del boom azucarero que permitió erigir las grandes fortunas trinitarias, las mansiones al más acendrado estilo vernáculo, con sus títulos de nobleza a expensas del inhumano trabajo esclavo. / / Pero el Valle de los Ingenios y su impresionante legado de casas haciendas, torres, calderas y remanentes industriales se presenta como testigo de una lejana época. Desde la carretera se pueden apreciar aún, sobrevivido al tiempo, 13 casa-haciendas, representativas de la plantación rural del Siglo XIX. / / Entre tanta majestuosidad arquitectónica merece distinguir la hacienda Manaca, una de las más nombradas en Cuba y el mundo. Su instalación principal devino restaurante y establecimiento comercial.Entre tanta majestuosidad arquitectónica merece distinguir la hacienda Manaca, una de las más nombradas en Cuba y el mundo. Su instalación principal devino restaurante y establecimiento comercial. / / Sobresale asimismo la torre campanario (con indiscutible influencia neoclásica y vestigio de la grandeza de antaño), la enfermería, la nave almacén-herrería. Testimonio de aquella época colonial lo son: el cementerio y el caserío de esclavos. / / Los viejos inmuebles no responden a la típica estructura de barracón, sino a casitas organizadas a modo de pequeño batey. La Torre de Manaca estimula y desafía a los visitantes escalar el imponente baluarte que se eleva a 43,5 metros de altura.
Lázaro David Najarro Pujol