Lázaro David Najarro Pujol

Enviada el 02/03/23 a las 05:08:49 - Obra N° SSER230302050849 

"Cuba Crítica Cine: 30 años de perseverancia (II)"

  La ciudad Camagüey, cuyo centro histórico es Patrimonio Cultural de la Humanidad, vuelve a ser capital cubana del Taller Nacional de la Crítica Cinematográfica (del 1ro al 4 de marzo), al cumplirse treinta años de perseverancia del evento teórico más importante del séptimo arte en el país.
Como en la primera edición efectuada en 1993, en plena crisis económica en la ínsula y a propuesta de Juan Antonio García Borrero, concurren prestigiosas personalidades del cine en la Mayor de las Antillas, entre las que resaltan Fernando Pérez, Alejandro Gil, Jorge Luis Sánchez y Luciano Castillo.
Yennisleidis Sáez Flores, directora del Centro Provincial del Cine en Camagüey considero en las palabras de apertura del Taller Nacional de la Crítica Cinematográfica rememoró que el 4 de marzo de 1993 “un grupo de optimista soñadores se sobrepuso a las incertidumbres del denominado Periodo Especial y dieron vida al evento, espacio para debatir y pensar el cine cubano y universal”.
La gala de apertura caracterizó por la interpretación por el Dúo Confluencias, acompañado por la vocalista Aimy Otero y la flautista Dalila González, de música de emblemáticos filmes del cine cubano, como El hombre de Maisinicú (1973); Clandestinos (1987) y La bella del Alhambra (1989).
Además, se realizó la presentación especial y estreno en Camagüey, del filme cubano El mundo de Nelsito (2022), de Fernando Pérez.
El crítico de cine Luciano Castillo expresó que el director de la película desde el principio viajó a Camagüey para asistir al Taller Nacional, con “ese entusiasmo que siempre lo ha caracterizado. Camagüey es la ciudad en la que se han proyectado todos los audiovisuales del prestigioso director”.
En tanto Fernando Pérez explicó que no fue fácil la filmación de El mundo de Nelsito, por lo que todos vivimos como consecuencia del azote de la covid-19. “A una semana de iniciar el rodaje comenzó el encierro. Después intentamos realizar la película nuevamente y nos afectó un rebrote de la pandemia”.
Consideró que la película fue difícil “porque tuvo muchas filmaciones en exteriores y de noche. Muy complicada al narrarse varias historias contadas por el personaje protagónico, un adolescente que no puede hablar. Desde una camilla en un hospital se inventa mundos imaginarios y a veces son los mismos personajes que se mezclan y entremezclan…”