Enviada el 25/05/19 a las 14:03:10 - Obra N° SSER190525140310
"Cuba: Rumbatá, una nueva generación"
Con ritmos e instrumentos que no se apartan de la auténtica rumba, el grupo Rumbatá de Camagüey llega a escenarios nacionales e internacionales con una forma contemporánea de defender ese género de raíces afrocubanas.
Tras la salida al mercado, en 2012, del segundo disco de este elenco, producido por el director, músico y compositor Manolito Simonet, el musicólogo Helio Orovio expresó que constituía una revelación de la rumba en Cuba en el siglo XXI.
Precisamente en el álbum La rumba del siglo, publicado bajo el sello discográfico de Bis Music, la orquesta dirigida por el cantante y compositor Wilmer Joel Ferrán imprime a cada una de las piezas musicales un sello propio que la diferencia de los iniciadores del género como Los Muñequitos de Matanzas.
¿CAMAGÜEY, CIUDAD DE RUMBEROS?
Ferrán reconoció que la ciudad de Camagüey, la tercera en importancia de la isla a unos 570 kilómetros al este de La Habana, no se caracteriza por ser una región de rumberos, género que consideró difícil y complejo.
El director de Rumbatá apuntó que la música que interpretan “es auténtica y tiene nuestro propio sello. La rumba que se hace aquí tiene su diferencia, porque no es la misma que se hace en otra parte de Cuba, con sus vertientes en el guaguancó, la cumbia…”
Recordó que desde sus inicios lograron interactuar con rumberos de La Habana y Matanzas, y concurrir a eventos del género que se desarrollaron en esas regiones del occidente de Cuba para estar actualizados.
Aseguró que en estos encuentros pudieron interactuar con reconocidas agrupaciones del género como el conjunto de Gregorio Hernández (1936-2012), Yoruba Andabo, Clave y Guaguancó, y el conjunto de Mercedita Valdés.
A partir de esas fuentes, apuntó, pudimos crear nuestra propia imagen y una nueva proyección musical, en tanto confesó que la historia de Camagüey ha servido de fuente inspiradora para el repertorio de Rumbatá.
“Pensamos en una música más tranquila, en una rumba bien pensada desde el punto de vista técnico y auditivo, teniendo el cimiento de Matanza y de La Habana, pero con un sello camagüeyano en la letra y en otros elementos que se pueden combinar en la clave de la rumba”, enfatizó Ferrán.
La agrupación que comenzó en 1996 como un proyecto de la Asociación Hermanos Saíz que agrupa a los artistas jóvenes de la isla, ahora cuenta con 21 integrantes, entre ellos 15 músicos, intérpretes y cantantes.
Las enseñanzas que legaron importantes cultivadores del género en Cuba como Chano Pozo (Luciano Pozo González, 1915-1948) permitieron al grupo incursionar en otras vertientes, en las que la clave de la rumba irrumpe con diferentes géneros musicales originarios de la isla, manifestó.
Ferrán rememoró que por esa forma camagüeyana de presentar la rumba, importantes músicos cubanos como Juan Formell, director de Los Van Van, y Manolito Simonet les abrieron las puertas para tocar juntos, tal y como ocurrió en un concierto protagonizado en la Plaza de la Revolución en La Habana.
Precisó que Simonet le recomendó dar a conocer la música que cultiva Rumbatá en el universo discográfico cubano.
Fue entonces que surgió el primer álbum bajo el sello discográfico Egrem (con cuatro nominaciones al Cubadisco 2009) con el título de Rumbatá, el cual sirvió para cerrar un repertorio auténtico de la región y que devino, además, homenaje al maestro Pello el Afrokán (Pedro Izquierdo Padrón, 1933-2000), abundó.
El director del grupo comentó que tuvieron una experiencia muy hermosa en el proceso de grabación con la mezcla de la rumba y el son, elogiada por el músico cubano Adalberto Álvarez, conocido en Cuba y el mundo como el Caballero del Son.
Agradeció el apoyo brindado en todos estos años por la musicóloga Nery González, los maestros Helio Orovio y Gregorio Hernández, la historiadora Natalia Bolívar y Salvador González, el anfitrión del Callejón de Hamel en La Habana, entre otras personalidades, “con sus consejos magníficos”.