Enviada el 13/03/19 a las 13:09:05 - Obra N° SSER190313130905
"La bandera cubana, entre las más lindas del mundo"
La bandera cubana, surgida tras siete momentos históricos, ocupa por su belleza el relevante número 16 entre 194 naciones de los cinco continentes, según una encuesta internacional para determinar los pabellones más lindos del mundo, confirmó el diseñador e investigador camagüeyano Enrique Echevarria Salazar.
El investigador camagüeyano Enrique Echevarria Salazar significó la labor de diseño, suntuosidad y belleza de la actual bandera nacional de Cuba
Precisó que debe constituir para los cubanos un gran orgullo de que la bandera cubana este entre las más elogiadas del mundo incluso por encima de naciones de Asia, África, Europa y América.
Debemos sentirnos orgullosos que la bandera cubana ocupe por su belleza el relevante número 16 entre 194 naciones de los cinco continentes.
Mi bandera, del poeta Bonifacio Byrne es el más conocido dedicado a la enseñaza nacional de Cuba
Mi Bandera
Al volver de distante ribera,
con el alma enlutada y sombría,
afanoso busqué mi bandera
¡y otra he visto además de la mía!
¿Dónde está mi bandera cubana,
la bandera más bella que existe?
¡Desde el buque la vi esta mañana,
y no he visto una cosa más triste... !
Con la fe de las almas austeras,
hoy sostengo con honda energía,
que no deben flotar dos banderas
donde basta con una: ¡la mía!
En los campos que hoy son un osario
vio a los bravos batiéndose juntos,
y ella ha sido el honroso sudario
de los pobres guerreros difuntos.
Orgullosa lució en la pelea,
sin pueril y romántico alarde;
¡al cubano que en ella no crea
se le debe azotar por cobarde!
En el fondo de obscuras prisiones
no escuchó ni la queja más leve,
y sus huellas en otras regiones
son letreros de luz en la nieve...
¿No la veís? Mi bandera es aquella
que no ha sido jamás mercenaria,
y en la cual resplandece una estrella,
con más luz cuando más solitaria.
Del destierro en el alma la traje
entre tantos recuerdos dispersos,
y he sabido rendirle homenaje
al hacerla flotar en mis versos.
Aunque lánguida y triste tremola,
mi ambición es que el Sol, con su lumbre,
la ilumine a ella sola, ¡a ella sola!
en el llano, en el mar y en la cumbre.
Si deshecha en menudos pedazos
llega a ser mi bandera algún día...
¡nuestros muertos alzando los brazos
la sabrán defender todavía!...