Lázaro David Najarro Pujol

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En el Idilio: se fortaleció una historia de amor

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Enviada el 10/01/19 a las 21:54:21 - Obra N° SSER190110215421 

"En el Idilio: se fortaleció una historia de amor"

 
Lázaro David Najarro Pujol
 La historia de amor entre el Mayor General del Ejército Libertad Cubano Ignacio Agramonte y Loynaz y Amalia Simoni quizás no sea conocida ampliamente por las nuevas generaciones y muchos menos El Idilio, sitio donde se encontraron por última vez, los protagonistas de una de las más bellas memorias románticas de la ínsula.
Como consecuencia de una intensa labor de estudios de terrenos, un grupo de jóvenes, investigadores y espeleólogos camagüeyanos emprendió una exploración que determinó que en la actual finca de Los Güiros, propiedad del matrimonio Argeny Brito Pérez y Yubisleidy López Guerra, fue donde Ignacio y Amalia levantaron el bohío conocido por El Idilio tras escapar de la persecución de tropas españolas.
Precisamente en carta de Ignacio se describe el término donde Amalia vio partir al héroe a misión militar, el 26 de mayo de 1870 durante la Guerra por la Independencia de Cuba.
Y tras más de diez años de exploraciones los especialistas del territorio y la filial camagüeyana de la Sociedad Espeleológica de Cuba comprobaron el lugar donde el Mayor General Ignacio Agramonte y su esposa Amalia Simoni se refugiaban junto con familiares de ambos.
El 26 de mayo de 1870 fue detenida Amalia Simoni. Ese día, Amalia e Ignacio habían despertados alegres inmersos en los preparativos del primer aniversario de su hijo Ernesto Ignacio cuando avisaron que una columna enemiga venía hacia El Idilio. El Mayor salio a interceptarla.
En el atardecer Ignacio regresa a El Idilio y se encuentra con Simoni, Padre de Amalia, quien estaba de pie sobre los escombros humeantes. Los dos hombres se abrazaron y lloraron largamente.
Días antes de la detención de Amalia, El Mayor le escribe una hermosa misiva a su madre en la que se traduce el infinito amor por los suyos:
`Por acá no ocurre novedad alguna digna de especial mención en la familia. Amalia goza de salud y se conserva gordita: pasa algunos sustos a veces, incomodidades y privaciones, pero está contenta; las más de las veces vive en algún rancho en el bosque con Simoni y Manuelita, mientras yo estoy fuera en campaña: allí les falta una infinidad de pequeñeces que en las poblaciones por su abundancia no se aprecian: remiendan sus vestidos porque no hay facilidad de reponerlos; sin embargo ella piensa que nada de eso importa con tal que Cuba sea libre y lleva con gusto esa vida soñando con nuestros triunfos y preocupando siempre con anhelo las noticias de la guerra. Nuestro Ernesto ocupa todo su tiempo: ella misma y sola lo cría, lo carga y lo atiende: delira con él. ¡Si usted lo viera, Mamá, cómo lo había de querer! Es lo más mono y simpático, y no digo precioso por modestia. Ya camina, dice Mamá y Papá y pide papa y da besos el 26 de este mes cumplirá un año`.
Se examinar nuevas evidencias, entre ellas partes militares de las tropas españolas conservados en el Archivo Histórico Militar de Segovia, España, donde está la descripción y los puntos geográficos de la detención de Amalia, lo que corrobora que en la actual finca de San José de Los Güiros se encontraba el bohío el Idilio.
Eduardo Labrada, presidente en Camagüey de la Sociedad Espeleológica de Cuba expuso que en la biblioteca provincial de Camagüey se encontraron mapas militares de 1870 que describen la finca San José y el trazado de una gran hacienda, espacio donde actualmente esta la finca de Los Güiros.
El matrimonio Argeny Brito Pérez y Yubisleidy López Guerra y su pequeño hijo plantaron tres robles que testimonian la presencia en 1870 en Los Güiros de Ignacio, Amalia y el niño Ernesto Ignacio.
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