Enviada el 24/08/20 a las 11:01:32 - Obra N° SSER200824110132
"Nuevitas: Tres Ballenatos y el galeón fantasma I"
Desde el viejo espigón del puerto de la ciudad de Nuevitas, urbe ubicada en el nordeste de la provincia de Camagüey, se divisan tres islotes besados por las olas del mar. Apaciblemente dormidos y fieles centinelas de la rivera, emergen en el interior de la bahía, la segunda de bolsa más grande del país. Constituyen Área Protegida de significado Local.
Conocidos en el imaginario de sus pobladores como los Tres Ballenatos, distinguen por su majestuosidad y devienen inspiración de artistas visuales, escritores y músicos, entre ellos Samuel Feijóo, quien en La Maldición del Hechicero Africano refiere: «A principios del siglo XIX, existía un criadero natural de ostras, el cual era conocido con el nombre de Banco de las Perlas. Se cuenta que llegó a la bahía un barco negrero y que un terrateniente de Puerto Príncipe depositó en el Ballenato mayor a los esclavos. Después de tenerlos varios días en ese lugar, decidió que los mejores esclavos fueran llevados al Ballenato del medio, para ser entrenados como buzos para el Banco de Perlas».
En tanto Yanara Rodríguez Escobar, de la Universidad de Santa Clara, en su Tesis de Licenciatura señala: “El conjunto de elevaciones de Los Ballenatos, presentan como elementos geólogo -geomorfológicos distintivos las pendientes abruptas en los límites costeros (sectores de escarpas), que facilitan el arrastre de partículas y desplome de estructuras, donde sobresalen los hoyos y grietas de disolución, nichos de mareas y/o voladizos, algunos de dimensiones considerables que en ocasiones llegan a formar cuevas subacuáticas. Estas características favorecen al retroceso costero, principalmente en los sectores occidentales de los cayos”.
Cayo Ballenato Grande, se encuentra justo en el extremo este de la bahía de Nuevitas, mientras que, el segundo, del Medio o Isla de los Piratas, con 54 metros sobre el nivel del mar, distingue por formaciones vegetales tropicales, especialmente los manglares, bosques secos o de matorral xeromorfo costeros, tanto como los verdores micrófilos que embellecen las tres alineaciones: una grande, otra mediana y una pequeña, como perseverancia de la naturaleza.
Ballenato Pequeño, situado en el oeste, se puede apreciar también desde el Caonaba Hotel.
Yanara Rodríguez Escobar reseña que en “torno a los Ballenatos existen varias creencias e historias en la comunidad: Una cuenta que en el ballenato grande antes del triunfo de la revolución vivía un cura que se aisló y solo iba a Punta Gorda de vez en cuando a abastecerse.
«Además cuentan que se han encontrado cadenas y restos de barco detrás del ballenato del medio que deben pertenecer a un buque hundido del que unos dicen que la hundió uno de sus marineros dándose luego a la fuga sin conocerse nunca sus intenciones y otros afirman que: -lo hizo por orden de su capitán pues se iban a establecer en el islote y querían evitar que los piratas pudieran adentrarse en la costa y saquearlos-».
Añade: «Esta historia puede estar relacionada con otra muy mentada por los pescadores acerca de una goleta fantasma que siempre aparece por esa zona, lo mismo de día o de noche y desaparece al menor descuido»:
--Estábamos pescando y vi una embarcación bien grande, estaba un poco lejos y me llamó la atención que iba muy rápido y que estaba en la misma dirección de nosotros y no la habíamos visto antes, cuando me voltee para enseñársela despareció y por muy rápido que iba no era suficiente.
«El informante continúa relatando que su compañero se puso muy nervioso y quiso irse porque ya había oído historias de esa goleta y de algunos pescadores que temían fondear cerca del ballenato porque les lanzaban piedras a los barcos sin que se viera quién o de dónde».
Sobre la hermosa e inmensa bahía de Nuevitas se yerguen las tres encantadoras islitas que imprimen una bella inigualable a la Ciudad Industrial, donde se fundo, el 2 de febrero de 1514, la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe. Es un paisaje único que forma parte de los elementos identitarios de la norteña Ciudad Industrial, por lo cual está incluido en el escudo del municipio de Nuevitas.
Para llegar a un mirador natural del Ballenato del Medio es indispensable escalar un sendero originario, “en compañía de las iguanas”, sitio desde donde se puede obtener una magnífica vista panorámica de toda la bahía y sus atractivos próximos.