Gustavo Arrivillaga

1/1 

El fin del Patronato

 Foto 1/El fin del Patronato Foto 2/El fin del Patronato Foto 3/El fin del Patronato Foto 4/El fin del Patronato Foto 5/El fin del Patronato 
Entrar
 
Vista: 359 veces  
Serie del Día elegida por FotoRevista
Serie del Mes elegida por FotoRevista
Enviada el 08/07/09 a las 17:50:28 - Obra N° SSER090708175028 

"El fin del Patronato"

 
Gustavo Arrivillaga

Sol Suave Gustavo Arrivillaga

(Chivilcoy, , Argentina)
 Estas imágenes pertenecen al Hogar de Niñas Herminia C. Brumana, que fuera inaugurado en Chivilcoy el 9 de enero de 1958. En principio, mi idea era la de fotografiar el lugar en el que por muchos años había transcurrido la vida de cientos y cientos de niñas, en un intento por capturar las huellas de su paso, ya sea en las habitaciones, los espacios comunes, las áreas de esparcimiento, los baños, la cocina, el lavadero, los patios, etc. etc.

Después, seguramente motivado por las imágenes que iba obteniendo, comencé con un trabajo de investigación sobre las causas que estaban ocasionando el desmantelamiento de estos institutos. Fue así que llegué al conocimiento de la Ley Nacional 26.061, promulgada por el Poder Ejecutivo en octubre de 2005.

Esta Ley, llamada de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes terminaba con el Patronato de 1919 o Ley Agote (que fue la primera ley de minoridad en América Latina y que consolidaba la intervención del Estado en la vida de los niños pobres) y que, por otra parte, se contraponía con la Convención sobre los Derechos del Niño, que fuera elaborada y convenida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en noviembre de 1989.

La Ley de Patronato daba facultades a los jueces para disponer arbitrariamente de cualquier niño que hubiera cometido o sido víctima de una contravención o delito, o se encontrara `material o moralmente abandonado`, para entregarlo a `una persona honesta, o a un establecimiento de beneficencia privado o público, o a un reformatorio público de menores`, según expresaba el texto original de la ley.

El Estado se asignó entonces la tarea de educar a los niños considerados `en peligro`: los niños que cometían delitos, los niños abandonados y los niños pobres para evitar que se convirtieran en `peligrosos`, alejándolos de sus familias y creando instituciones que se proponían `reemplazar` las funciones de crianza.

Este modelo fue generando a lo largo del siglo una poderosa maquinaria de institutos asistenciales y penales, instituciones psiquiátricas o comunidades terapéuticas, entre otras instituciones, para alojar a niños y adolescentes.

La UNICEF definió a la nueva Ley como “una división en la historia”. Por ella, las políticas públicas pasaban a primar sobre los Tribunales de Menores, es decir: gracias a la nueva Ley, cualquier problema social de los chicos dejaba de ser una cuestión a dirimirse en un Tribunal. Los Jueces, de ahora en más, sólo intervendrían en casos de verdadera excepción.

Los niños para los que el Estado considere inevitable separarlos temporal o definitivamente de su familia ya no deberán ser encerrados en institutos o centros. El sistema deberá procurar su permanencia dentro de la familia ampliada o con otros miembros de la comunidad ya vinculados con el niño. Sólo en casos excepcionales podrá recurrirse a otras formas de convivencia, como hogares convivenciales o programas de acogimiento familiar.

No obstante las bondades de la nueva Ley, la que es altamente positiva en su espíritu, se plantea un verdadero desafío en el seguimiento que debe efectuarse a aquellos chicos que sean devueltos a sus hogares, y -por añadidura-, a sus familias, brindándoles el apoyo y la contención necesarios para retomar y reorganizar nuevamente la vida en común y como parte de la comunidad.

Hablando de este tema -el seguimiento-, en la Provincia de Buenos Aires (Ley 13298 y Decreto Reglamentario Nº 300) se crearon los Servicios Locales de Promoción y Protección de Derechos de los Niños que, entre un sin número de funciones, tiene la de sustituir la práctica de la “derivación” de casos entre instituciones por la construcción de relaciones de “corresponsabilidad” e interdependencia entre las mismas con el objeto de promover, proteger y restituir derechos en forma integral.

Estas imágenes que ahora pongo a consideración, son sólo una parte de un trabajo mayor con el que siento el compromiso de continuarlo para hacer -desde el arte- un modesto aporte a la concientización del espectador, aunque, por supuesto, creo que nada puede cambiarse desde el arte y que los cambios, como siempre, dependen de decisiones políticas que están más allá de un fotógrafo.
 Reportar Foto      El límite de la fotografía es nuestro propio límite
Home   Favoritos   Atrás   Arriba
 
Quienes somos     Contacto     Reglas de Participación   Las fotografías expuestas en este sitio pertenenecen a sus respectivos autores y no pueden ser reproducidas sin autorización de los mismos.  
  
Concursos Patrocinados de FotoRevista:
Desde 2014 transmitimos nuestros juzgamientos en vivo:
  79° Concurso Mensual FotoRevista   80° Concurso Mensual FotoRevista