Stella Maris Kippke

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Historia de trenes en 3 tiempos...

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Enviada el 19/05/10 a las 08:59:29 - Obra N° SSER100519085929 

"Historia de trenes en 3 tiempos..."

 
Stella Maris Kippke

Sol Suave Stella Maris Kippke

(Villa Carlos Paz, Prov. de Cordoba, Argentina)
http://www.flickr.com/photos/Stella_marisk
 Una historia en tres tiempos
1°)Yo tenía 12 años y mi hermana unos 16, veníamos de nuestras vacaciones de invierno en el campo de n/abuelos maternos. El tren partió normalmente a las 8 am, pero unos pocos km adelante se detuvo definitamente. Nos dijeron que vendría a buscarnos otro. Sí vino muchas horas después. Viajábamos con mi mamá, mi hermana menor y mi abuela y además de nuestras valijas traíamos todos los productos del campo posibles-salames!!! Etc.-.
El tren que llegó nosotros lo catalogamos de la época de Sarmiento-ahora me pregunto si se cruzaron- eran todos de madera, nos trasladaron a una estación que en realidad debe quedar a unos 100 km de donde partimos y ahí llegamos a las 15/16 hs. Teníamos que esperar otro que nos llevara a Constitución donde nos esperaba nuestro padre a las 20 hs.
Este llegó cerca de las 18 hs de una tarde oscura de julio, y estábamos en el andén y alguien dijo “el tren que va a Baires para en el otro andén”, mi hermana y yo nos tiramos a las vías, pero en ese momento venían los dos trenes y quedamos –por suerte- atrapadas entre los dos que pasaban a mucha velocidad -aunque venían frenando- a los costados de nuestros frágiles, cuerpos, lo último que escuchamos antes del ensordecedor ruido de los vagones fue un ¡No! de mi mamá. El tren paró alguien nos abrió la puerta interior nos reunimos, mamá lloraba, la abuela desaprobaba nuestra actitud, nosotras nos mirábamos.


2°) Pasan unos 20 años-…..más o menos, y yo para incrementar mis ahorros los sábados y domingos trabajo en una inmobiliaria haciendo guardias-además del banco en la semana-(guardias que me permitían estudiar y hacer unas magníficas monografías). Pero como el sábado cerraban antes de que yo llegara y los domingos no abrían yo tenía que ir a buscar las llaves de los distintas propiedades a unas dos cuadras de Rivadavia y cruzar un paso peatonal del ramal Once-Morón.
Cuando estaba a una cuadra mi corazón comenzaba a latir cómo si percibiera una gran tragedia, o que me acechara un peligro, era “miedo”…yo no entendía porque me ocurría y luego se me pasaba sin motivo aparente, hasta que un día al acercarme y después de noches de pesadillas con esa vía, me di cuenta: Mi cerebro revivía el terror de tanto tiempo atrás que no había expulsado adecuadamente en su momento y había permanecido oculto hasta enfrentarme a un hecho similar…que poderoso nuestro recuerdo inconsciente!!

3° tiempo: esta semana fui a baires con mi perra buby, quería que conociera la “gran ciudad”, fuimos tranquilas un día parando en algunos lugares, estuvimos por motivos familiares, sociales y técnicos dos días y regresamos lentamente el cuarto parando en muchos lugares, incluido almorzar en el río Salado un día de hermoso sol y frío.
A la ida al parar en la estación Lezama, llegó el tren!!! Un tren .un tren!!!! Vi un tren con gente yo que siempre me encuentro con estaciones destruidas.
Entonces me dije si me apuro lo veo pasar en la próxima estación que no para “Monasterio”, apuré, entré en un camino que suponía me llevaba a la estación y estaba la vía, paré antes de cruzar(suerte) y vi al banderillero ¿se llama así?, crucé y le dije” …bla bla…tengo tiempo de llegar a la estación y ver pasar el tren?.....No creo-respondió- faltan dos minutos, pero en ese momento la potente bocina del tren anunciaba que aparecía en la curva. Yo estaba parada ¿Saben dónde? En el medio de dos vías y mientras el Sr. me decía: córrase que está muy cerca, yo me preguntaba por cuál de las dos tomaría(es la foto que la bandera tapa el tren, ahí el tren toma una de las vías), me corrí al lado del Sr. Y les saqué las que pude.
Pero saben qué? No tuve ningún miedo, solo una inmensa alegría por verlo y fotearlo tan cerca.
Mi cerebro cuando recordó hace unos años, asumió que el peligro ya había pasado y hace dos días el placer de hacer algo que amo tapó todos los resabios infantiles de recuerdos fuertes.
Moraleja: lo dejo para los psicólogos, pero: a) que potente es nuestra mente. b) la pasión por algo o alguien puede contra todos los temores (hay un psicólogo conocido que dice” debes tener un amante” y no se refiere solo a personas…)
Gracias por compartir y pasar.
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