Stella Maris Kippke

Enviada el 03/04/12 a las 06:53:28 - Obra N° SSER120403065328 

"Patagonia-6° viaje-"

  1era parte

PATAGONIA- sexto viaje-

Este viaje comenzó a principios de agosto como una charla : dijimos “Patagonia” pero ¿qué parte de nuestra Patagonia?-yo ya realicé 5viajes extensos- el mar….no mejor la montaña…y si ambas?, días? Cuando podremos? Plan va, plan viene, íbamos armando el itinerario…luego fuimos enumerando las cosas a llevar desde el calentador, hasta los remedios del botiquín, comida para hacer, larga lista de elementos de limpieza, para dormir, camping? Cabaña? Hotel? Hostería?....mail y cientos de mail a distintas opciones consultando precios…repreguntaban: qué día vendrían y cuántos se quedarían?? Y yo decía….partiríamos el…..quizás podríamos pasar el…..quizás nos quedaríamos (a esta altura me parecía a un abogado por las respuesta) y finalmente terminaba aclarando: vamos en plan de foto, nunca sabemos cuando llegaremos ni cuando partiremos (para no decir” nuestros espíritus son aventureros sin destino”)


El día del comienzo -del recorrido en sí-iba a ser el 20 de diciembre, finalizando el 1/1 a la tarde. Queríamos pasar el 24 y el 31 frente a un lago o el mar-a mi no me gustan las fiestas, pero esto era una excusa para brindar-

A pesar de ser mi sexto viaje a la Patagonia aún me quedarían algunos puntos sin recorrer.

Estábamos acelerados con la ilusión como los chicos que no pueden esperar par abrir su regalo, faltaba un mes, 30 días largos para la gran aventura sin programa acotado y ya no podíamos más con las ganas de adelantarlo. Para mi esto era un gran desafío que en algunos momentos me hizo dudar de viajar, estoy acostumbrada a tener todo bajo control, los horarios, los lugares, los hoteles, las excursiones, los remises…..y también salvo en ciertas oportunidades a viajar sola. Así que me enfrentaba a dos nuevos conceptos: viaje libre con direcciones pero no fechas y con otra persona, claro como teníamos en común una pasión, eso nos unía y fortalecía mutuamente.

Al acercarme a Trelew –destino inicial del recorrido- escribí esto en mi cuaderno de viajes : “ miro: todo marrón. A medida que me acerco veo un marrón grisaceo, árido y terroso. Qué aridez me digo!, que tierra infértil, para que se usa?”

Trelew-Rawson_Playa unión, solo una vegetación achaparrada, desnuda, gris-verdosa, da tristeza, las ciudades que paso me parecen igualmente chatas, mi ánimo las mira como preguntándose ¿ a dónde vine?.
Vamos por una calle de tierra al banco y al mercado, miro las casitas: lindas, muy lindas algunas ,la gente intenta compensar lo imcompensable, la mirada se desvía y piensa en mi verde, en mi explosión de verde y el contraste es tan abismal. Veo regar incansablemente los mínimos jardines, algunos bonitos, en cierta forma intentan recrear el edén , pero en algunos rincones donde el agua no llegó rebalsa el amarillo de los pastos y en los terrenos baldíos o en los bordes de las calles y bulevares el amarillo otra vez aparece, imposible apagarlo, imposible acallar a la tierra que grita su sed y su identidad “acá todo es yermo”.
La playa amplia y extensa, veo unos acantilados a lo lejos-playa magaña- y me pregunto si se podría ir caminando.
Aguas turquesas, cielo intensamente azul nos acompaña todo el día, pero hay viento, demasiado para mi gusto pero aplaca un poco el intensoo calor. Y me digo “estás en la Patagonia, qué esperabas? “

El día siguiente 20 de diciembre partimos como niños, me recuerda a Tom Sawer…..

Primer parada: unas casas viejas y un túnel en Gaiman. Una iglesia y un paredón de viejos ladrillos en Rawson y a seguir viaje al Dique Ameguino.