Responder28/06/12 12:24:24
Gracias a todos. La verdad, como con muchas cosas en la vida, hay que tener paciencia. Como verán, la velocidad de disparo fue casi la del límite de mi cámara y la focal de 200 mm la máxima que tiene el zoom 70-200, pero la experiencia, más allá de la fotografía, es ver a estos bichos por cientos, sentirlos casi que rozan con la cabeza de uno, sentir el sonido del aleteo incesante y esta cuestión de la vida que tienen que comer permanentemente por la energía que gastan en su vuelo continuo.
Claudio Margolin