Responder04/01/13 10:32:59
¡Qué timpos aquéllos!A jugar con los autitos horas enteras, abstraídos del mundo...incomparable.Este niño no ve otra cosa que su coche,no oye, no habla: es su esfera y nadie más que él entra.Gran captura Lorena, nostálgica a más no poder
Ricardo H. Molinelli