Responder19/04/13 14:34:31
Gracias a todos por sus comentarios.
/ Les cuento que tanto mi hermano y yo estamos `bien` después del tsunami pluvial.
/ Crónica:
/ Caía la tarde y con ella también una copiosa e intensa lluvia.
/ Con las primeras sombras de la noche los cordones de la calle desaparecieron y lentamente el agua fue cubriendo las aceras.
/ Empiezan a sonar los celulares incesantemente, son familiares y amigos reportando las primeras aguas dentro de los domicilios.
/ A través de la ventana veo convertirse la calle en caudaloso y furioso río. El paisaje toma la forma de Venecia bañada por e Atuel. A lo lejos un grupo de personas atadas entre sí intenta llegar a alguna parte.
/ Esto viene mal, decido sellar los intersticios de las puertas que dan al exterior incrustando bolsitas de nylon en ellos, mientras tanto la cloaca empieza a rebalsar por las rejillas del baño.
/ Siguen los celulares, mi hermano está peor que yo, la heladera y sus sillones están danzando `El lago de los cisnes`.
/ Las emisoras de radio siguen pasando, inexplicablemente, estúpidas canciones.
/ Ya el agua supera todas mis barreras. Se corta la luz, la oscuridad cubre la ciudad y el silencio nos aturde ( No hay sirenas de ayuda por ninguna parte).
/ Suena el celular de mi hija: `La destilería YPF esta en llamas`.
/ Son las 3AM. Le sugiero a mi familia que intentemos dormir, ya no podemos hacer más nada y mañana será un largo día...
/ Es la mañana siguiente. El agua bajo y se escuchan los primeros ruidos en las calles.
/ Salgo... Hay autos apilados en las esquinas, colectivos abandonados, las baldosas de las veredas arrancadas. Las casas ventilando sus vahos cloacales están abiertas de par en par (Paisaje raro en esta sociedad de inseguridad que supimos conseguir), sus habitantes deambulando como zombis me miran como buscando alguna una explicación que yo tampoco tengo...
Jorge A. Buscaglia