Responder29/11/13 11:13:00
Es el lugar de uno(en el mundo), el inmenso, no por lo mensurable, sino por todo lo que recoge y entrega, el del dolor con dulzura, el que multiplica anhelos, los esparce para que alcancen, es el corazón mismo hablando gritando y por qué no, susurrando.Todo lo de allí, qué duda cabe, ha de llegar. Mi afecto
Ruben Ricardo Arteaga