Responder06/03/14 22:14:04
Deseo compartirlo. En esos días de gloria de todo un pueblo y del mundo entero, `nuestro` Francisco era elegido Papa. Como hermano no podía estar ausente. Esa emoción que, ¡a quién no toco!, lo hizo conmigo (no soy un profeso empedernido). Mi cabeza y corazón se llenaron de él, su imagen se construyó, multiplicó, y apareció por doquier. Todo lo era y es, y tanto, que hasta las grietas en el piso lo dibujaban y contorneaban. Decidí aprehenderlas. Sé que me hablaban e inquirían y hasta gritaban..., nunca tuve dudas de ello. Aún hoy busco que respuesta dar, cuando la halle, espero, sea la correcta.
Ruben Ricardo Arteaga