Responder28/03/14 19:35:39
Esa madre que sostiene aprieta y no permite el despegue, el de la propia piel. Claro, como dejarlo ir así nomas si es parte suya, no es fácil para ese `hogar` que el desamparado circunstancial inicie y complete el que le corresponde. El miedo a la pérdida subyace por naturaleza..., y con razón. Si así ocurriera se alejaría de su lado parte de su vida misma, hasta alcanzar un nuevo y venturoso reemplazo construyendo otro regazo. Daniel, mis respetos
Ruben Ricardo Arteaga