Me Gusta !
NO PUEDES ELEGIR UNA FOTO TUYA !!!
NO PUEDES ELEGIR UNA FOTO ENVIADA DESDE TU MISMO IP !!!
NO PUEDES ELEGIR 2 VECES LA MISMA FOTO !!!
Error de acceso
TU ELECCION NO SE HA REGISTRADO.
Vista: 575 veces 6º F.Día ParticipantesTema: Fotografia de Autor - Enviada el 13/01/15 a las 03:54:28 - Foto N° 150113035428
"El Hombre Elefante y La Mujer Barbuda…"
Y para mi, tan hermosa…
perdidos los dedos
en tan frondosa barba
y ella, ojos vidriosos
no advierte en él
paquiderma piel
…tu defecto,
dulce virtud interior
asomando a mis pupilas
Reportar Foto Datos EXIF de la foto: Cámara: NIKON D7000 (Nikon Corporation)
Velocidad: 1/1.67s Diafragma: f:10 Sensib.: 100 iso Focal: 27mm (equiv. 40mm)
Comentarios (33)
Enviar M. PrivadoDejar Comentario Responder14/01/15 05:33:35
Que buena Carmen, que luz y que bodegón tan perfecto has compuesto, con frutas que no estaban llamadas a superar un casting para tal cosa. Un abrazo!
Gustavo Docampo Responder13/01/15 17:07:22
Un circo `amarillento` y `agrio` es la base de una foto sin par.
Rafa Lanuza Responder13/01/15 13:57:58
que imaginativa eres en tus excel. imagenes. precioso tono amarillo verdoso muy especial.saludos
Beatriz Di Marzio Responder13/01/15 13:16:51
Carmencita, preciosa, con la creatividad que te caracteriza. Bss
Tesi Salado 13/01/15 07:43:34
Los amarillos a veces son rojos por dentro, así que sí, la vida es bella con amarillos jejeje
Carmen Esteban Responder13/01/15 06:41:09
Muy bien hecha y un titulo que le queda justo Carmen. Felicitaciones
Hernan Livio Responder13/01/15 05:29:16
Luz magnifica besta natureza morta. / Excelente composição e cor. / P.S. Desta vez não vou copiar como o romanescu. / Saludos
José Moutinho FotoRevista no tiene responsabilidad alguna sobre comentarios de terceros. Los mismos son de exclusiva responsabilidad de quien los emite. FotoRevista se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios injuriantes, discriminadores o contrarios a las leyes de la República Argentina.
Subir fotos
Reglas de Participación
Ir a Red Social
El límite de la fotografía es nuestro propio límite