16º F.Día ParticipantesTema: Fotografia de Autor - Enviada el 31/10/15 a las 06:06:08 - Foto N° 151031060608
"El hacha en la piedra"
(Buenos Aires, Argentina, , Argentina)
Mi página Octubre de 1993, punto de inflexión en mi vida (y mi cintura, pero eso en breve). 08:30 hs. abordo mi primer tren a Chascomús de la mano de mi novia, flamante, 5 meses, enamoradísimos, camino a conocer a sus padres.
Ella, antes de abordar, decide comprar la revista Gente para leer, yo, llevaba la biografía de Isabel de Inglaterra (no la actual, la primera, que ya no se quien reinó más, parece que es un nombre que a las reinas de Inglaterra garantiza larga vida).
Clase turista, tocan los Redondos en Mar del Plata, el tren está a full de felices chicos que nos miran con cara rara mientras cantan a plena alegría.
Hacemos de cuenta que no escuchamos ciertas burlas y seguimos leyendo, mientras para mis adentros pienso: `esto podría ser un mal presagio` pero lo descarto porque parece que Robert Dudley, conde de Leicester esta por caer en desgracia... a veces sospecho que la historia esconde historias mas truculentas que la revista Gente que lee mi amada o inclusive Pronto o Papparazzi (aunque aun no existían, creo).
Termino el capítulo de la Armada Invencible y cierro el libro para admirar el campo, el tiempo pasó rápido, ya se ven las primeras casa de Chascomús y comienzo a sentir una picazón por todo el cuerpo. No puedo parar de rascarme.
Un ricotero me grita `bañate sucio` mientras mi novia se ríe a carcajadas y me dice `¿estas c... en las patas?, mi papi no es tan malo.` No era así, no teía miedo pero la pucha como me picaba todo.
Bajamos en el andén y ahí están mis futuros suegros, recién bañados, brillosos y con una media sonrisa casi forzada. No se porque extraño motivo después de darle la mano al vasco (Coco a partir de ahora porque ya nos conocemos todos) me deja de picar el cuerpo pero tenía el cuello y la cara toda coloradas de rascarme como un animal durante 10 minutos.
Mientras sonrío y le doy el primer saludo a mi futura suegra pienso `si... era un mal presagio, pero bueno ya pasó lo peor`
Tardamos en llegar a la casa porque el 504 se paró tres veces, parece que mi futuro suegro es una persona afable, siempre y cuando el auto no lo deje a gamba.
Se esta empezando a nublar (allá arriba, en el firmamento) y comienzo a sospechar que Asterix tenía razón cuando temía que el cielo cayese sobre su cabeza.
Es una linda casa, sin lujos pero decente y aseada.
`¿Mate?` ofrece mi suegra
`Sí, como no le digo (me da acidez pero no es el momento de andar con esos remilgos, AJOderse y AGUAntarse, ajo y agua que le dicen por estas Pampas).
Después del mate y de contar mi vida en 30 minutos (tampoco era tanto lo que había que contar) estoy que reviento de acidez y tengo el agrado, ahora lo puedo decir, en ese momento... bueno, tengo el agrado de conocer a mi futuro cuñado mayor quien con su mejor sonrisa de perro que fue apaleado por una banda de ricoteros furibundos (sospecho desde hace mas de 20 años que nos seguía en el tren en otro vagón pero nunca tuve pruebas) me mira y dice `¿Este es el porteño? No le veo pasta Coco`.
Inocente porteño yo, con algo de vida de campo por mis vacaciones en casa de mis abuelos en Saladillo durante 15 años, pregunto `¿Pasta de...?` y ya el saludo de hola, mucho gusto y `demases` sutilezas de las presentaciones se lo podía ir metiendo por la retaguardia el buen muchacho.
Con una sonrisa entre sobradora y divertida lo mira a Coco, me mira a mí y me dice `de hachar quebracho`.
Conciliador, que al fin y al cabo el plan era que estaba conociendo nueva familia, le contesto `Alguna vez he jugado a los vikingos con un hacha de mi abuelo en Saladillo usando una tapa de olla redonda de escudo pero quebracho no... solo destripaba una tuna enorme`.
Mi futura suegra y mi novia, con una sonrisa mas que divertida hacen mutis por el foro (o la puerta que da a las piezas) bajo el pretexto de ver no se que campera mientras se sonríen con un aire que no me deja tranquilo.
Gentilmente Coco, me invita a conocer el patio de la casa, el trasero, el de las paredes altas para que los vecinos no vean para adentro, mientras por detrás me escolta mi, hoy estimado, cuñado mayor. Demás está decir que no temía por mi vida pero algo me temía.
El patio es de 5 x 5, metro mas, metro menos y tiene un galpón al costado de cual mi, hoy estimado, cuñado saca una pequeña hacha y un pedazo de tronco, tipo banquito, de 30 centimetros de alto que me muestra sonriente mientras me dice `quebracho`.
`A mirá, que interesante` le contesto mientras para mis adentros pienso `y el hacha esa oxidada y sin filo que tiene que ver en todo esto`.
Coco me pasa un brazo por arriba del hombro, y en tono suave simulando ser conciliador, como el que usaba Don Corleone en el padrino, me dice `Mira flaco...` y ahí me quedó el apodo para siempre en Chascomús, bueno les decía que Coco me decía `Mirá flaco, si vos pensás llevarte a Chanita vas a tener que pasar una prueba, tenés que hachar ese quebracho`.
Obviamente pensé para mis adentros `listo, la joda para el porteño así nos divertimos un rato, pensá rápido, una respuesta ingeniosa, filosa, que les de vuelta la broma y te deje bien parado`... Rápida y ágil mi mente en esos menesteres ordena a mi boca decir `Bueno, dale...`
Ahora si, le arranqué una sonrisa enorme a mi cuñado... de placer, por verme sufrir, pero le arranque una sonrisa ¡¡¡que joder!!! (la siguiente la conseguí como 3 años después, pero ya va, no falta mucho)
Me da el hacha, chiquita, de mango corto, desafilada y oxidada y me apoya el tronco a los pies.
La agarro, la sostengo en la mano como evaluando la herramienta, solo para parecer un leñador profesional y tomándola por la parte mas baja del mango doy el primer hachazo que la hizo rebotar sin marcar el tronco.
Debo admitir, que al menos las dos horas que estuve tratando hasta que logre sacar un pedazo del ----- (completen con el adjetivo despectivo mas horripilante que se les ocurra) quebracho, ambos se sentaron a mirarme sin decir nada, solo sonreían levemente y en silencio, al menos eso, mientras tomaban mate.
De seguir me salvó mi suegra al avisar que estaba la comida y mi suegro al decirme `bueno, esta bien, por ahora vas bien pero no quiero calienta sillas por acá`.
Con el tiempo nos hicimos compinches con mi suegro. Con mi cuñado mayor... mi cuñado mayor me dirigió más de 5 palabras juntas recién cuando salimos del civil 3 años después para decirme `Felicitaciones flaco` (ya había dejado de ser porteño parece) `sin cambios ni devoluciones` con una gran sonrisa y me abrazó. Desde ese momento es el tipo con quien mas charlo en Chascomús. El toma mate y yo café, a veces haciendo el asado mates de Malbec sin yerba pero esa es otra historia.
Aun guardo el hacha, a pesar que mis suegros han partido, y esta bien guardada, en el patio de la casa de Chascomús, al aire libre, juntando óxido sobre una piedra esperando al candidato de mi princesa y cerca guardo varios pedazos de quebracho. Es una tradición de la familia postiza que no planeo romper.
Deconozco aun porque intrincado vericueto de mi mente siempre me acuerdo que no afilé el hacha cuando estamos llegando a Baires :-)
Querés a la princesa, pasa una prueba como Arturo, sacá el hacha de la piedra empezá hachando un quebracho para demostrar que sos el elegido y después vemos.
Candidatos están avisados,el que avisa no traiciona.
Ahora si, mi historia de aquella hacha `H`, gracias por pasar si esta imagen llamó su atención y más aun si leyeron la historia. Si les arranqué al menos una tibia sonrisa mas agradecido aun.
Buen Sábado
Velocidad: 1/500s Diafragma: f:3.1 Sensib.: 80 iso Focal: 4.3mm (equiv. 24mm)