Tema: Fotografia de Autor - Enviada el 24/03/16 a las 07:32:18 - Foto N° 160324073218
"El comienzo"
(Carmen de Patagones, provincia de Buenos Aires, , Argentina)
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Esta humilde casa pertenece al Aeroclub Río Gallegos y ha sido mi primer hogar.
Nací en esa ciudad en el año 1958. La historia familiar que albergó es una más de los muchos pioneros de la Patagonia. Mis padres se casaron el 21 enero de 1957, en la Capital Federal y luego de una semana de luna de miel. Mi padre, que fue instructor de vuelo en ese aeroclub y en otros, apenas finalizada la luna de miel subió a mi madre, quien nunca había volado en su vida, a un avión biplano, cabinado, un Waco, vestidos con mucho abrigo, aunque era pleno enero, y viajaron desde el Aeropuerto de San Fernando hasta Río Gallegos, con varias escalas de reaprivisionamiento. El clima frío, ventoso e inhóspito aún hoy impactó duramente al reciente matrimonio. El invierno duro puso a prueba los caracteres de ambos. Yo nací en febrero del 58 luego de un trabajo de parto prolongado que culminó con una cesárea. De forma accidental, mi madre sufre la quemadura de la planta de su pie derecho, al no poder percibir el calor de la bolsa de agua caliente que le colocaron luego de la cesárea, perdiendo parte de sus tejidos y que le dejó una leve renguera hasta el fin de sus días. Al llegar el invierno las cañerías del agua de esta casa se congelaban y debía salir a buscar nieve por las pistas de aterrizaje para disolverla y preparar mis mamaderas, ya que mi padre debía salir frecuentemente en vuelos a poblados distantes para diferentes misiones, sobre todo evacuar enfermos hacia Gallegos, desde Río Turbio o de parajes increíbles. El avión era vital en las comunicaciones patagónicas.
En enero de este año pude pasar por este lugar y tomar esta foto. Recién a mis 58 años pude conocer la ciudad donde nací y ver con mis ojos esta casa que tantas veces vi en fotografías en blanco y negro de 6x5 cm, que está igual que en aquellos años, con la misma cerca de madera. Los árboles que la rodean han crecido apenas unos 80 cm en todo este tiempo. Fue una emoción muy grande, conmovedora, el caminar por esos páramos e reimaginar todas las historias que escuché desde pequeño.
Para todos sólo será una casa como cualquiera, para mí representa el comienzo de una historia familiar de lucha sin cuartel contra todas las dificultades que se nos pusieron por delante, a partir de ese momento.
Y mirar a su alrededor, ver el hangar que resiste las inclemencias, el aislamiento social y geográfico en el que está inmersa redimensiona la capacidad de adaptación de los miembros de mi familia que encararon el desafío.
Cabe mencionar que esta historia incluye a mi hermana Berta, nacida en Catamarca, que por esos años estaba terminando su escuela primaria en el Colegio María Auxiliadora, de Río Gallegos, que sufrió las mismas inclemencias y se acompañaron mutuamente con mi madre.