Tema: Temas Varios - Enviada el 22/07/18 a las 04:29:20 - Foto N° 180722042920
"Cola de Caballo ( Monasterio de piedra ) Zaragoza"
La fundación del Monasterio de Piedra se relaciona con un doble marco histórico: Es parte del fenómeno de las repoblaciones de la segunda mitad del siglo XII y también es un brillante capítulo de la expansión de los cistercienses por la Península Ibérica. En 1186, Alfonso II de Aragón y su esposa, Sancha de Castilla, donaron a los monjes de Poblet el castillo de Piedra (castrumPetrae) con el objeto de fundar allí un monasterio cisterciense. Entre 1186 y 1194 los monjes de Poblet realizaron los preparativos necesarios y, el 10 de mayo de 1194, bendecidos por el abad Pedro Masanet, que gobernó Poblet entre 1190 y 1196, salieron del monasterio catalán 12 monjes, a la cabeza de los cuales se encontraba Gaufrido de Rocaberti, I abad de Piedra. Gaufrido debió ser hijo del vizconde Jofre, hermano del vizconde Dalmau, pariente del arzobispo de Tarragona, Ramón de Rocaberti, del obispo de Zaragoza, Rodrigo Rocaberti y del obispo de Gerona, Pere Rocaberti. Sus poderosos parientes dieron protección e impulso a la nueva fundación.
La intención inicial del I Abad era establecer una comunidad filial de Poblet en algún lugar no predeterminado de los territorios meridionales del Reino de Aragón. Hubo tres ubicaciones diferentes antes de encontrar el emplazamiento definitivo. A finales de 1194, se instalaron en Santa María de Cilleruelos, muy cerca de Peralejos (Teruel). Allí empezaron a construir un monasterio, que abandonaron y transformaron en un priorato, manteniéndolo en uso hasta 1835. De él aún pueden visitarse en la actualidad una ermita y escasos restos materiales de sus dependencias priorales.
A caballo entre dos estilos: del Románico al Gótico
La construcción del Monasterio se realiza en los años de transición del Románico al Gótico. El característico estilo arquitectónico de la Orden está presente en el Monasterio: Gótico Cisterciense, arquitectura sobria, austera, sencilla y luminosa.
En mayo de 1195, Alfonso II ratificó la donación de Piedra a los monjes cistercienses otorgándoles el dominio y jurisdicción completa sobre estos territorios: el mero y mixto imperio, con la jurisdicción civil y criminal, ejercida en nombre del rey. El pergamino con la donación se conserva en el Archivo Histórico Nacional (Madrid) y en él se recoge la obligación de los monjes a rezar una misa anual por el alma del monarca y de sus parientes.
Velocidad: 1/1.6s Diafragma: f:22 Sensib.: 100 iso Focal: 18mm (equiv. 27mm)