Tema: Temas Varios - Enviada el 25/09/18 a las 08:34:57 - Foto N° 180925083457
"El Potrero"
(Concepcion del Uruguay-Argentina, , Argentina)
Mi página Un sábado a la tarde. La vieja cancha de la planta emisora sigue siendo escenario de partidos de fútbol más emocionantes y bellos que los se escapan por la teve. La pasión desborda, la pertenencia está a flor de piel, porque no hay camisetas. Hay amor por la redonda, que ya muestra los gajos deshilachados de tanto darle y darle.
No hay cesped, hay pedazos de lamparones que devuelven un poco de pasto. El resto es tierra. Tierrita mía y poca canta Zitarrosa. Pero en ese pedazo de campo, gentes de trabajo (o sin él, en estos insensibles tiempos que corren) poco importa. Es de ellos, como lo son esas horas de fútbol verdadero, legítimo, por el gozo de compartir ese juego que nos une a todos.
La foto grafica el momento y es universal. Por eso el fútbol es maravilloso. No precisa de alcurnia o de lujos. Y ahí van, los sábados a la tarde, mandando al diablo las penurias diarias, buscando siempre la belleza y también “la planchita” cuando la mano viene brava y el de enfrente te esta pegando una milonga de aquellas.
Las canas cubren la cabeza, el pantaloncito no disimula el paso del tiempo. Deben ser más de 7 décadas. Pero ahí está. Firme, después del almuerzo con la patrona. La ceremonia de calzarse las medias, el corto y las zapatillas a las que pocas suelas le quedan. Y sale para la cancha. “Me voy a con los gurises” dice, y enfila, manso, rumbo a los palos que aguantan y aguantan.
Fútbol. Seis letras que unidas regalan maravillas. Porque todo es más que una pelotita. Son sueños, son jugadas imaginadas en la cabeza mientras esperamos que todo empiece. Es una voz del relator que nos gusta contando nuestra jugada, gritando el gol imposible que pensamos pero que jamás convertimos. Pero eso poco importa. Solo sirve, nos da vida, alimenta el alma el “me voy con los gurises”. A la cancha, a despuntar el vicio, para que aprendan aquellos insensibles que suponen que todo desamor, tristeza, dolor. El fútbol es nuestro.
Siete décadas y las canas de ese “Diego”, nuestro, popular, lo grafican como pocos. El fútbol nos libera y eso les duele. No hay nada que lo manche como dijo el más grande. Nunca podrán sacarlo. Es de ese hombre. Nuestro. De los de abajo. Y esa canchita, ese saludo, es el ejemplo de lo que nunca se debe perder. Algunos no lo jugaremos ya, por chamabones, fiacas, pero sigue siendo nuestro.
Como el pueblo.
Como nuestra gente.
Como nosotros.
(Foto: Ale Alejandro Carlos Osuna)
Datos EXIF de la foto no disponibles.