Tema: Temas Varios - Enviada el 14/11/19 a las 07:03:28 - Foto N° 191114070328
"Guaraníes"
Guaraníes en Misiones
Dos grandes ríos bajan entre saltos y cascadas por lomadas rojas cubiertas de espeso follaje. Enmarcan los espejos de agua del Iberá, las pampas correntinas, los palmares y cuchillas de Entre Ríos. El Paraná y el Uruguay, confluyen finalmente en el delta arenoso y engendran el Río de La Plata.
En ese escenario de apabullante belleza, la conservación de los rastros humanos es particularmente difícil dada la humedad que conservan los suelos y el clima abundante en lluvias. A pesar de ello, podemos saber que hace entre 8 y 10.000 años, nuestros más antiguos antepasados trabajaron la piedra basalto en la denominada Cultura Altoparanaense.
Un tiempo después, dieron forma a puntas de flecha, raspadores y raederas aprovechando la variedad de piedras duras que ofrece la región. Cerca de El Dorado (Misiones) se hallaron cerámicas y hachas pulidas de unos 2.000 años de antigüedad.
El curso medio del Paraná fue remontado por ágiles canoas cavadas en un solo tronco y los pescadores ribereños modelaron ollas con tapas que remataban en cabezas de loros o de jaguar. Esto ocurría hace unos 1.000 años cuando además de la técnica, nació la expresión artística.
Desde entonces, nuestros “Avá” (hombres) fueron descendiendo hacia el sur y mezclándose con algunos grupos de economía cazadora y otros cultivadores. Unos masticaban el corazón del palmito, otros plantaban ombúes sobre los cuerpos de sus muertos, casi todos jugaban con pelotas hechas de la gomorresina del mangay.
Podemos mencionar a los Kaingang, Charrúas, Mocoretá, Coronda, Timbú, Mbeguá. Todos ellos se extinguieron rápidamente en los primeros 100 años de la invasión europea.
El “ser guaraní” o avaidad se fue configurando hace unos 1500 años en la porción este de Paraguay y el Estado de Paraná, Brasil. Desde allí se dispersaron hacia el Atlántico, hacia el Amazonas, el Orinoco y el Caribe. También hacia el oeste hasta llegar a Los Andes.
El fundamento de su cultura es el respeto por la Naturaleza. El hombre le pertenece, de ella está hecho, de ella se alimenta, de sí mismo.
Toda vida vive de la muerte de otra vida y es en consecuencia que no se puede tomar una vida en vano.
Cuando se caza, se pesca, recolecta, se pide permiso a la esencia o “dueño” de aquello que se tomará. Igual se invoca a la fertilidad de la tierra para pedir permiso antes de sembrarla.
Velocidad: 1/80s Diafragma: f:5.6 Sensib.: 2000 iso Focal: 122mm (equiv. 122mm)