17/08/20 21:03:59
muchas gracias, querida laura, por tu extenso y apreciado comentario. En efecto, como le comenté a Alicia Di Florio, creí ver en el niño todo el candor y la inocencia de Charlie Brown, el personaje de historieta, cuando él comprueba los círculos que forma el agua al arrojar una piedra: ¡los primeros descubrimientos del mundo sensible junto a su padre, testigo privilegiado del momento! En ese instante, todo era azul: las remeras, las montañas, el agua, el paisaje todo...lo cálido se cuela en el acompañamiento cómplice y en los juguetes que el niño abandona hipnotizado por la turbulencia que han creado sus pequeñas manos. Muchas gracias, otra vez, por tu hermoso comentario y por tu sensible mirada que discierne lo que está más allá de la captura. un abrazo!
Amelia Pascuali de Dios