Tema: Temas Varios - Enviada el 27/02/24 a las 00:00:23 - Foto N° 240227000023
"Las Pléyades"
Como todos los gatitos Amelie tiene hábitos nocturnos,la busqué en la biblioteca, pero estaba desierta, no quería subir la voz para llamarla porque la casa ya dormía, empecé a desesperarme, no la encontraba, recordé haberla visto leyendo un libro de astronomía y salí rauda al jardín, la noche estaba cálida, y el aire tenía un aroma dulzón embriagador, la encontré sentada como una esfinge en el medio del jardín con sus enormes ojos clavados en el cielo…
- Qué miras Amelie? Tus amigos no vuelan a la noche, duermen y vos deberías hacer lo mismo, le dije sentándome a su lado.
- Estoy mirando el cinturón de Orión, en realidad a las Tres Marías que son las más brillantes, las ves, me dijo señalando la oscura bóveda que sin luna se veía fascinante.
- Si las veo, desde cuando te interesas en las estrellas? Vos nunca salís de noche.
- Estuve leyendo un libro que hablaba de las Pléyades, y las estoy buscando, me dijo sin quitar la vista del cielo.
- De quien? Le pregunté curiosa.
- De las hijas de Atlas, sabes quién era Atlas? Me preguntó desafiante, el que fue condenado a cargar con la bóveda celeste toda la eternidad, nunca viste la escultura?, pero esa es otra historia que te la cuento otro día, parece que Orión que era un gigante acosaba a las Pléyades entonces Zeus las puso en el cielo, pero parece que en el cielo Oríon las continuaba persiguiendo. Eso está muy mal, me dijo mirándome seria.
- Cómo sabes tanto de las Pléyades, le pregunté sin entender.
- Eran siete hermanas, me gusta la mitología griega y vos tenes varios libros, más de los que podes leer…me dijo en tono recriminatorio.
- Y cómo tenes tanto tiempo para leer? Le pregunté riendo, si dormís muchas horas.
- Vos no me ves, pero acordate que a la noche me dejas la luz prendida de la biblioteca…y yo no paso tantas horas navegando por internet…
La dejé un rato más mirando la constelación de Orión mientras buscaba sus estrellas, tomé algunas fotos del parque, las finas hojas del carex dorado estaban iluminadas y se veían bellísimas, al final el sueño me venció, Amelie decidió seguir disfrutando de la noche, le dejé la puerta abierta, ya volverá a sus libros como buena gatita de biblioteca que es….