"Metamorfosis" una excelente obra de Rubén Sotera, una obra que nos transporta a la vida marina, a escuchar en el silencio sus susurros, en la fotografía a transportarnos a mirar lo que muchos no ven que es la vida, vida que sin el mar no existiríamos como planeta ya que el mismo está compuesto mayormente por agua.
Observo cada una de las fotografías y me lleva a soñar, pensar y sentir lo que expreso más adelante, solo un artísta como Rubén Sotera en todas sus obras lo sabe hacer
En el amanecer, el océano yace tranquilo, acunando sus secretos en las profundidades de su ser. La primera luz del día acaricia su superficie, y sutilmente, el mar comienza su transformación. Las olas bailan en un ritmo lento, como si la naturaleza misma estuviera tejiendo un hechizo sobre las aguas.
A medida que el sol asciende en el horizonte, los colores del cielo se reflejan en el vasto lienzo líquido. El azul profundo cede paso a matices dorados, anaranjados y rosados, pintando el océano con la paleta del amanecer. Es como si el mar estuviera revelando sus emociones más íntimas, un reflejo de la esperanza y la renovación que cada nuevo día trae consigo.
A medida que avanza la mañana, las olas adquieren una energía renovada. Su rugido se intensifica, como un latido del corazón del planeta que se sincroniza con la respiración de la naturaleza. La metamorfosis del mar es palpable; cada ola es una expresión de vida, llevando consigo historias de lejanas tierras y susurros de antiguas leyendas.
Con el paso del día, el mar adopta múltiples facetas. En ocasiones, se muestra sereno y apacible, como un espejo que refleja el cielo. Otras veces, se enfurece, levantando olas que desafían el viento y despiertan una tormenta de emociones. Esta danza constante entre la calma y la tormenta es la esencia misma de la metamorfosis marina.
Al caer la noche, el océano se sume en una transformación aún más profunda. Las estrellas se reflejan en sus aguas, creando un manto de luz titilante. Es como si el mar, cansado pero satisfecho, se rindiera a los misterios de la noche, confiando en que el ciclo de cambio continuará en la siguiente marea.
La metamorfosis del mar es un poema en movimiento, una sinfonía de emociones que resuena a lo largo del tiempo. En cada ola, en cada cambio de tono y en cada reflejo estelar, el océano revela su alma eterna, recordándonos que, al igual que él, estamos inmersos en un constante fluir de transformación.
Guadalupe FG