Visitar las islas del delta, es toda una aventura para los sentidos. Recorrer los ríos y canales, con lancha colectiva o bien algún otro medio, te lleva a deslizarte por sus aguas y adentrarte en una explosión de naturaleza, exuberante y llena de colores y especies.
Cada planta, cada hoja, insecto o pájaro nos deslumbra con colores y variedades que siempre nos llaman la atención aunque las conozcas y hayas visto mil veces.
Todo difiere de un día al otro, según la hora del día, según si hay bajante o si hay crecida del río, según la niebla o la lluvia. A cada instante siempre descubrirás algo que no habías visto de esa forma.
Para los amantes de la naturaleza, con ojo atento, viajar a las islas es darse el permiso de descubrir algo nuevo a cada momento, escuchando siempre el susurro del agua.
Diana Rojas