Inauguración
del Salón Nacional de Artes Visuales
Palais de Glace, Bs As Argentina. 8 de Enero de 2004. Posadas 1725
Mucho
calor en Buenos Aires, llegué al Palais de Glace con una
puntualidad poco habitual en mi, las puertas estaban cerradas
y la gente se amontonaba en la entrada conformando pequeños
grupos que no hablaban del compromiso de artista ni de las nuevas
tendencias del arte contemporáneo sinó del calor
insoportable que nos estaba haciendo sudar la gota gorda en Buenos
Aires.
Dos señoras impecablemente vestidas estaban al lado mío,
con mis bermudas y mi remerita desteñida me hacían
quedar como un personaje escapado de algún viejo film del
neorrealismo Italiano. Ellas, aprovechando que las puertas aún
estaban cerradas y debido a que no se habían visto para
las fiestas, se llevaron sus respectivos regalos navideños,
una de las mujeres desplegó entre sus manos llenas de anillos
una hermosa camperita de lana realizada en telar, mientras le
daba las gracias, la otra encendía un cigarrillo largo
y mentolado, "si no abren vamos a Tono rojo que hay obras
de Juan Doffo". Esperá, dijo la otra mientras guardaba
su regalo, vamos a preguntar... .
Los
taxis continuaban llegando al lugar con más gente impecable
a pesar del calor. Dos hombres bajan de un taxi, con enormes bolsas
de hielo, "eso debe ser para el vinito" dijo otra señora
que estaba detrás mío hablando con un señor
de aspecto Italiano parecido a Martin Scorsese.
Al
final abrieron las puertas y todos querían ser los primeros,
"no se apuren que el vino lo van a servir mas tarde"
dije. Un señor que estaba delante mío se dió
vuelta al escucharme y me preguntó "y habrá
algo de comer?"...
Al
ingresar me dí cuenta el porqué de la demora para
abrir las puertas, problemas de electricidad.
Así y todo, cabe destacar la buena voluntad de la gente
del Palais y la capacidad para resolver dichos problemas "el
salón se inaugura igual" sin aire acondicionado, con
muchísima gente, a pesar de espacios de la muestra sin
luz, se inaugura igual. Eso me gustó. Nadie retrocedió,
algunas mujeres que deben haber sido muy bellas en su juventud
aprovecharon para desplegar unos abanicos comprados en España
o en el subte. Aproveché, como quien se aprovecha de alguien
con paraguas en un día de lluvia, estar cerca de ellas
para recibir algo de aire mezclada con Carolina Herrera.
"Esto
recién empieza" me dije y me dispuse a ver las obras. |
Pablo
Soria, Gran Premio
Presidencia de la Nación Argentina
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Es
divertido escuchar los comentarios de la gente: "este es el primer
premio?", "esto es grabado?", "esto no es fotografía",
" el vino para cuando?", "aquel es fulanito", "señora,
no se pueden tocar las obras" "ya le dije que no se puede
fumar" "que calor, parece Barcelona en verano" dijo una
mujer que seguramente había viajado por primera vez y quería
que nos enteraramos que efectivamente había estado en Barcelona.Yo
hubiera dicho lo mismo pero no fué así, me ganó
de mano...
En fin, continué mi recorrido centrándome en lo que me
interesaba, las fotografías premiadas y seleccionadas. nadie
me confundió con ningún artista emergente, nadie me dijo
ese es uno de los editores de FotoRevista, nadie se percató de
mi presencia salvo un amigo que cayó mas tarde... Me sentí
reconocido, al menos por mi amigo, el resto solo se limitó a
empujarme, pedirme permiso, preguntarme por donde estaba el baño,
etcéteras. Una jóven se me acercó y mientras lo
hacía pensaba, esta me conoce, je! dejé el anonimato,
pero solo se limitó a preguntarme én un español
muy limitado si podía sacarle una foto con la bóveda del
Palais de fondo...
"Porqué
hacen fotografías tan grandes" dijo alguien mientras se
acercaba a ver en detalle la obra de Soria. Será porque estamos
en tiempos en los que hay que gritar y no hablar al oído, pensé
en contestarle pero no tenía ganas de entablar una discusión
estéril en medio de tanta gente, aunque a veces, volví
a pensar, ni se grita ni se habla al oído, solo es puro snobismo...
El Gran Premio de Honor le fue otorgado a Pablo Soria por "Hasta
aquí y bajo el mismo techo", una obra maravillosa, de esas
que le dan un soplo de aire fresco a la fotografía, conceptualmente,
técnicamente y creativamente impecable. Este artista, nacido
en Tucumán que vive y trabaja en Miami (ahí si que hace
calor) nos sigue sorprendiendo, recuerdo su muestra en Arte x Arte,
me gustó y me quedaron ganas de ver más, fué una
gran sorpresa encontrarme con su obra premiada. Una obra libre de prejuicios
técnicos, que vá mas allá de la mera fotografía
que reproduce sinó que genera una fotografía que se critica
a si misma cuestionando sus propios límites.
(Aplausos)
Raquel Bigio Obtuvo el primer premio con "Espacios de soledad y
silencio", una obra que me recuerda a un trabajo visto en una vieja
Photo Francesa sobre lo que sucede en el interior de los museos, no
me desagradó, solo me recordó aquel trabajo.
El Segundo Premio le fue otorgado a Alejandro Ares por "Hacia vos"
una obra impecable desde lo técnico linda para colgar en el living
de casa.
El Tercero lo obtuvo Nicolás Goldberg por "Carlos y Mirtha,
2003" una fotografía que retrata el backstage del programa
de Mirta Legrand cuando fué a almorzar Carlos Menem, si no fuera
por estos personajes y por el autor, esta obra podría ser un
Marcos López auténtico, una obra real y bizarra donde
se sintetiza gran parte de nuestro pasado más reciente.
Recibieron menciones Adrián Rocha Novoa (S/T); Karina Reynolds
(S/T) y Susana Pérez por "La honestidad sospechosa III",
esta última obra, de las tres menciones, es la más interesante
y la que busca una metáfora profunda en torno a una mirada crítica
sobre nosotros mismos.
Las obras aceptadas fueron de Graciela Guzmán, Eugenia Kais,
Daniel Trama, Melina Rodríguez, Juan C. Raña, Bruno Dubner,
Diego Goldberg, Ricardo Sobol, Marcela Moguilevsky, David Fernández,
Susan Romano, Liliana Parra, Carmen Rocher y Alfonso Castillo.
Hay de todo, para todos, Dios y el Diablo contentos, las obras premiadas
creo que sintetizan la mirada heterogénea de los jurados seleccionados:
Sara Facio, Eduardo Gil, Elda Harrington, Silvia Mangialardi y Tony
Valdez.
(Pausa)
Al fin llegó el esperado vino luego de las entrega de premios
y algunas palabras. Debido a la gran cantidad de público presente,
el vino alcanzó, pero las copas no, grandes colas esperando copas
limpias, como en toda inauguración, blanco fresquito y tinto
un poco mas frío de lo normal. Al rato la luz se hizo y pudimos
apreciar toda la muestra ya que algunos espacios estaban inhabilitados
por falta de la mima, la gente del Palais trabajó contra reloj
para poder solucionar el inconveniente.
A esta
altura el calor no importaba tanto, y la inauguración fué
un éxito, las obras premiadas pueden ser cuestionadas, gustar
poco, mucho o nada, pero es indudable que el arte contemporáneo
está en un movimiento constante, en ocasiones reciclándose
a si mismo, en otras copiando modelos preestablecidos, y a veces, solo
a veces, dando enormes soplos de aire fresco.
Miguel
Welsh
Fotos de Victorino Sab
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